El artista es un creador. La creación
nos hace pasar de un mundo meramente sensible, aunque racionalizable,
a otro en el que la razón no tiene otro remedio que admitir otras
instancias que se dan también con ella en la mente. En ese otro
mundo se dan experiencias complejas, difícilmente explicables, pero
con un alto poder seductor. El arte es un vehículo que te lleva del
vacío estéril al camino de plenitud del algo más, siempre algo
más. El arte nos pasa del mundo de lo plano al del volumen. El arte
rompe la rutina de la mediocridad y nos introduce en la esperanza del
sentido. El arte nos cambia de mundo, pero sin dejar de estar en
este. El arte no nos deja estar: o nos envía a la inmensidad de las
alturas o nos sumerge en la inmensidad de lo que somos. El arte hace
lo mismo que debería hacer una vida buena. Buenos días.
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