¿Tiene que ver el vino con el pecado? Como, según la mayoría de las religiones (es prudente dejar la puerta abierta), el placer es malo y hay que condenarlo, es posible que vean en semejante creación cultural una posibilidad de condenación eterna. En todo caso, tiene que quedar claro que el vino no es malo, que el malo es el ignorante que se lo toma sin saborearlo, sin saber lo que hace y con la intención de perder la conciencia, más que de ser consciente de lo que puede gozar.
En Jerez se elaboran muchísimos vinos, a cual más interesante y placentero. Uno de ellos, quizás el más conocido, es el vino fino. Algún bodeguero debe tener las ideas un poco peculiares cuando ha creado un fino al que le ha endosado el nombrecito que aparece en la foto. ¿Será un fino concebido para beatos/as, meapilas, capillitas, fundamentalistas, integristas o gente de alma delicada? ¿O será simplemente un cachondo que quiere llamar la atención?
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