Fero
en latín significa llevar o conducir. Una vez más no existe ferir,
pero tenemos conferir,
diferir,
inferir,
interferir,
preferir,
referir,
transferir,
sufrir,
ofrecer y
proferir. Y los
curiosos matices que adquieren los derivados: conferencia,
diferencia,
deferencia,
interferencia,
preferencia,
referencia
y transferencia.
La
raíz indoeuropea de fero
está muy extendida en muchas lenguas. El verbo griego fero,
que coincide en el término con el fero
latino, da lugar en nuestra lengua a montones de derivados: euforia,
fósforo,
que lleva luz, (fos
es la raíz que conocemos en foto), metáfora,
llevar el sentido real al figurado, semáforo
(sema
es significado, el de Semántica), y la increíble ampolla
( de ánfora
> amporulla > ampulla > ampolla). Del germánico y de esta
raíz entran en castellano escombro,
brindis
y brindar (del
germánico bring,
verbo que ha llegado al inglés actual). Del fero
latino con alternancias vocálicas (otro día a lo mejor me meto en
ese tema) vienen fur,
ladrón, el que se lleva algo, furtivo,
hurón,
hurgar,
hurto,
forúnculo,
oprobio,
reproche...
Del
fero
latino, con vocalismo e,
tenemos todos los citados arriba y feraz,
fértil,
féretro
(para llevar...), oferta,
ofrenda,
referéndum, lo
que se debe volver a llevar para la aprobación del pueblo,
refrendar,
circunferencia.
Hay montones de compuestos con -fero
como segundo elemento: mamífero,
acuífero,
petrolífero,
fructífero,
Lucifer,
que lleva la luz, proliferar,
vociferar...
De ficus
bí-fera,
higuera que da fruto dos veces, evolucionó a bebra,
como se dijo hasta el s. XIV, y por metátesis a breva.
Hortera
ya explicamos (2-I-15) que viene de ofertoria.
Fortuna
deriva de fors,
suerte, de la raíz de fero,
como fortuito.
Fortuna no tenía en origen significado positivo, sino neutro. Es lo
que está ocurriendo con suerte, que, aunque aún decimos buena
suerte o mala suerte, si deseamos: ¡Suerte!, ya significa buena
suerte.
Pero
el verbo fero
en latín está formado por elementos de distintos orígenes. Se
enuncia fero
- tuli
- latum,
o sea que unos tiempos los forma con una raíz y otros con otra. Esto
es normal en las lenguas, aunque suene raro. Lo vemos en inglés, I
am, he
is..., o to
go - went.
En español soy,
eres,
fui
son formas del mismo verbo ser,
o voy,
iba,
fui
son todas del verbo ir.
Son verbos formados a base de retales de distintos orígenes. Cosas
de las lenguas. Lo curioso es que la raíz lat-
da lugar en castellano a la aparición de palabras equivalentes a las
formadas con la raíz fer-:
referir
- relatar,
diferir
- dilatar,
transferir
- trasladar...
Y así tenemos antelación,
delación,
dilación,
de diferir,
ilación
de inferir,
relación
y relato
de referir,
relativo,
relatividad,
colación,
legis-lad-or.
Además
es interesante ver que cada palabra se especializa en un significado.
En diferir
y dilatar,
diferir
marca una separación conceptual, en dilatar
se separa la materia, diferencia
es muy general, dilación
se ha especializado en la separación temporal; relatar
es solo narrar, referir
es más amplio, pero relación
es muchísimo más amplio.
Yo
no recuerdo otro caso en español tan peculiar como el de este verbo
que se escinde en dos raíces, que producen tan variados
paralelismos, y además palabras muy importantes, como relación,
diferencia...