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miércoles, 27 de enero de 2021

Dicho en el pasado. Manos




27 de enero de 2020

 Cada cual sabe lo que son unas manos bonitas.

Las manos, quizá por su propia estructura, ofrecen muchas posibilidades para que se muestre en ellas la belleza: la longitud de los dedos, la forma de las uñas, la tersura de la piel o la ligereza de los nudillos.

Pero, como en todo lo bello, el tiempo, esa suave e inexorable brisa que nos empuja a todos hacia donde él desea, se ceba en ellas.

En el tiempo las manos conservan siempre su belleza, pero cada día más como en un recuerdo, como invitando a que imaginemos lo que fueron a partir de lo que vemos.

Las manos van mostrando también lo mejor de la vida de la persona a quien pertenecen, sobre todo, si esa vida ha transcurrido llena de amor y de cariño.

En la forma de las manos van quedando las huellas de las caricias con las que han obsequiado a quienes han querido.

Cada día las manos se van adaptando a esas otras manos que le acompañan en la vida, se van moldeando para compenetrarse con ellas.

Su textura va dejando de ser la de la suavidad de una piel joven, para convertirse en la de una piel cálida, acostumbrada a mostrar el cariño con el suave movimiento acariciante de los dedos o con la generosa presión de estos sobre los del acompañante.

Las manos de la persona amada terminan siendo parte de nuestra propia piel, sentimos su discurso, notamos sus peticiones, sus deseos o sus dudas.

A veces las manos dicen más que las palabras que salen de la boca.


viernes, 20 de marzo de 2020

Estelas en la mar contaminada. Palabra



El jodido virus nos ha quitado las manos, los besos, los abrazos, las caricias, la cercanía, el roce, el paseo, la espontaneidad, la copa de vino leyendo el periódico en el bar, la fiesta, el contacto y buena parte de la vida. Sin embargo, como diría Blas de Otero, me queda la palabra. Nos queda la palabra. Ahora nos podemos dar cuenta del valor que tiene lo que no podemos hacer y el inmenso valor de lo que nos queda, el infinito valor de la palabra. Sin la palabra no podríamos pensar, ni hablar, ni decir lo que sentimos, ni escribir, ni comunicarnos, ni consolarnos ni alegrarnos. La palabra nos ayuda a construirnos como personas. Es importante tener un buen número de palabras para poder hablar de un buen número de cosas. Si no tenemos una palabra para nombrar algo, no podremos hablar de ello. Por eso, entre otras cosas, es tan bueno leer. En estos momentos es conveniente que hablemos, que nos expresemos, que nos desahoguemos, que nos animemos, que nos queramos, que tranquilicemos a todos los que podamos, que repartamos cariño y sosiego. Son momentos para la palabra.

lunes, 27 de enero de 2020

Buenos días. Manos



Cada cual sabe lo que son unas manos bonitas. 

Las manos, quizá por su propia estructura, ofrecen muchas posibilidades para que se muestre en ellas la belleza: la longitud de los dedos, la forma de las uñas, la tersura de la piel o la ligereza de los nudillos. 

Pero, como en todo lo bello, el tiempo, esa suave e inexorable brisa que nos empuja a todos hacia donde él desea, se ceba en ellas. 

En el tiempo las manos conservan siempre su belleza, pero cada día más como en un recuerdo, como invitando a que imaginemos lo que fueron a partir de lo que vemos.

Las manos van mostrando también lo mejor de la vida de la persona a quien pertenecen, sobre todo, si esa vida ha transcurrido llena de amor y de cariño. 

En la forma de las manos van quedando las huellas de las caricias con las que han obsequiado a quienes han querido. 

Cada día las manos se van adaptando a esas otras manos que le acompañan en la vida, se van moldeando para compenetrarse con ellas. 

Su textura va dejando de ser la de la suavidad de una piel joven, para convertirse en la de una piel cálida, acostumbrada a mostrar el cariño con el suave movimiento acariciante de los dedos o con la generosa presión de estos sobre los del acompañante. 

Las manos de la persona amada terminan siendo parte de nuestra propia piel, sentimos su discurso, notamos sus peticiones, sus deseos o sus dudas. 

A veces las manos dicen más que las palabras que salen de la boca. 

Buenos días.

martes, 23 de abril de 2019

Buenos días. Manos




Una mano le puede contar muchas cosas a otra mano. 

Buenos días.


domingo, 5 de noviembre de 2017

Buenas noches. Abrazos




Todos necesitamos los abrazos. Darlos y recibirlos. Sentir que nuestro cuerpo, o sea, nosotros mismos, somos acogidos por el cuerpo receptivo de otra persona. Notar que sus brazos nos rodean y nos aprietan hacia su propio cuerpo. Darnos cuenta de que a través de su cuerpo nos habla toda la persona que nos abraza. Advertir que sus manos nos están elaborando un discurso que no necesitamos escuchar, porque lo comprendemos. Y, a la vez, acoger nosotros a esa persona que nos ama con sus brazos y con su cuerpo, y que nosotros la amamos al compás del amor que recibimos. El abrazo es un juego de cuerpos, de brazos y de manos que se entrecruzan en el pequeño espacio que ocupan, dentro del inmenso mar del cariño y de la generosidad. Todos necesitamos los abrazos. Por eso hay que abrazar a todos. Tragarse el cariño o no mirar a quien lo necesita nunca han sido buenos síntomas de una buena vida humana. 

Buenas noches.

sábado, 24 de diciembre de 2016

Buenas noches. Manos



No se trata sólo de estar junto a las otras personas: hay que tomarlas de la mano. Mientras no creemos relaciones materiales concretas e igualitarias con los demás, no estaremos todos juntos. 

Buenas noches.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Buenas noches. Abrazos



La vida ayer me obsequió con dos abrazos. Uno, de I.E., y otro de M.E..

Un abrazo es una manifestación de cariño de la mejor calidad posible.

En un abrazo uno entrega su cuerpo sin reservas a la otra persona, para que aplique sobre él su fuerza, sus caricias con sus manos, sus mejillas, sus besos, sus emociones, sus palabras y su tiempo. El cuerpo que te recibe se convierte por un rato en tu refugio, en tu hogar transitorio, en tu apoyo, en tu mundo compartido.

A la vez, la otra persona entrega también su cuerpo y uno lo puede acariciar con las palabras, hablarle con las manos, susurrarle lo que le salga de la vida, mostrarle lo que quiere que sepa, dar cobijo, hacer que la otra persona sepa que el abrazo es una entrega, que, además del cuerpo, se está entregando el cariño, o sea, uno mismo.

Los abrazos acercan, igualan, relajan, emocionan, te permiten querer, hacen que te sientas querido y expresan, como ninguna otra acción puede hacerlo, que el sentido de la vida está en el amor, en el amor mutuo, en el amor a los otros, en el amor a la vida y en su expresión.

Deberíamos abrazarnos más.

Buenas noches. Un abrazo.




viernes, 28 de octubre de 2016

Buenos días. Manos



El milagro de tus manos es que saben mostrar a la vez la fuerza y la ternura. 

Buenos días.


martes, 23 de agosto de 2016

Buenos días. Manos




Las manos de los amigos y de las amigas están para tomarlas cuando se necesitan y cuando se quiere. 

Buenos días.

lunes, 27 de junio de 2016

Buenas noches. Manos



Lo más difícil que se puede hacer con las manos es escribir con sencillez. 

Buenas noches.


viernes, 26 de febrero de 2016

Buenos días. Agarrarte



Si tienes una mano a la que agarrarte, no dudes en hacerlo. 

Y si no la tienes, agárrate a alguna idea, pero que sea una idea abierta, generosa, en la que quepamos todos, que genere un poco de alegría. 

Buenos días.


sábado, 2 de enero de 2016

Buenas noches. Juntos



No hace falta que los dedos se pongan en contacto para ir de la mano. 
No hace falta que se fundan los cuerpos para abrazarse. 
No hace falta unir los labios para besarse. 
Sólo hace falta amor. 
Y cuando hay amor, se hace lo posible por que se fundan las manos, se fundan los cuerpos y se fundan los labios. 
Y cuando hay amor, las manos juntas que no se tocan, los cuerpos juntos que no se abrazan y los labios juntos que no se besan son tan amorosos como los otros. 

Buenas noches.



miércoles, 15 de julio de 2015

Buenos días. Mejilla




Una mano en una mejilla puede valer por todo un discurso de alto contenido emocional. 

Buenos días.


martes, 14 de julio de 2015

Buenos días. Manos



¿Para qué sirven las manos? 

Ya, pero no nos olvidemos de que también sirven para acariciar. 

Buenos días.


viernes, 30 de enero de 2015

Buenas noches. Tocarse



Quienes hablan con frecuencia en público saben que las manos son muy importantes para ser convincentes, para influir en el oyente y poder conseguir el efecto que se persigue. Gesticular adecuadamente puede tener más fuerza que las propias palabras que se pronuncian.

A la hora de dar una noticia importante, buena o mala, las manos juegan un papel fundamental, porque pueden expresar y transmitir lo que el oyente necesita en ese momento.


Lo que a mí me parece importante es que usemos las manos con naturalidad y en situaciones normales, habituales. No sé por qué hay un cierto rechazo algo extendido a tocarnos. Creo que un saludo, una despedida, un encuentro o un diálogo intenso sin tocarse suenan a falso, a postizo, a distante, a poco vivido. A mí me es difícil sentirme vitalmente unido con personas que rechazan el contacto físico. No puedo evitar sentirme lejos de una persona que no acepta que le toque o que no me toca a mí. No sé si será una deformidad mía, pero es lo que siento. 

Buenas noches.

sábado, 26 de julio de 2014

Buenas noches. Dos cariños



Cuando dos cariños se encuentran, el mundo desaparece, el tiempo se para y los cuerpos, que son los voceros del alma, empiezan a hablar. No hace falta sexo profundo. Sólo que las manos hablen, que los labios digan verdades sin palabras, que los abrazos bailen al ritmo de los corazones, que las miradas dialoguen con calor, que los rostros se vuelvan bellos y que los dos mundos se concentren en un momento dulce, suave, intenso, lleno, doble, pero único. Cuando dos cariños se encuentran, dos personas se unen y se alegran y saben que se quieren aunque no se lo digan con palabras. Cuánta belleza y cuánta verdad hay en el encuentro de dos personas que se dan cariño. Buenas noches.

miércoles, 11 de junio de 2014

Buenas noches. Manos




Lo único que quería decirle era que la quería. Tomé su mano y la acaricié con decisión, pero con ternura. Aunque su mano estaba más bien fría y la mía ardía, había sintonía entre su mano y la mía, entre su piel y mi piel. No tenía ningún mensaje particular que fuera distinto del de mostrarle mi cariño con cercanía, con claridad, con fuerza. Cuando pasaron unos momentos, ella puso su mano sobre la mía y mi cariño quedó arropado por el suyo. A través de su mano, ella también decía que me quería. Buenas noches.

lunes, 5 de mayo de 2014

Buenas noches. Tu mano




Tomé tu mano con la mía y la mantuve apretada todo el rato que fue posible hacerlo. Lo hice porque no quería estar tan lejos, aunque estuviera a tu lado; porque no quería que estuvieras tan lejos, aunque estuviéramos juntos; porque no quería que te sintieras sola pudiéndote sentir acompañada; porque quería que sintieras el silencio lleno; porque quería que escucharas el discurso de mis dedos; porque me parecía que era la mejor manera de estar contigo; porque me apetecía y porque quería, si tú también lo deseabas, que al menos durante un rato mi mano fuera tuya. Buenas noches.

domingo, 9 de marzo de 2014

Buenos días. Abrazo y 13




En la esencia del abrazo están el acercamiento y la separación, el recibimiento y la despedida, la alegría y la tristeza. Por eso la ternura del abrazo debe continuar en las miradas, en las sonrisas, en las manos, en el recuerdo. Buenos días.