Todos iguales. A pesar de las llamativas burradas que vemos en la actualidad, la sociedad nos quiere a
todos iguales, pero no con los mismos derechos, sino uniformizados.
Quienes tienen el poder quieren que todos pensemos igual o, mejor,
que no pensemos; que vistamos según las mismas modas y que hagamos
cosas parecidas. El riesgo de no seguir el patrón supone una mayor o
menor soledad. Y, sin embargo, lo que tenemos que hacer es ser
nosotros mismos.
Buenas noches.