Niño:
Haz el favor de llevar por la
calle el móvil siempre en la mano, que va a pensar la gente que no
lo tienes.
Y ponte los auriculares, que me costaron un dineral para
que ahora no los uses. No te importe no escuchar lo que dice la gente, que no dicen nada interesante.
No te olvides de llevar la gorra puesta, pero
con la visera para atrás, que si no, pareces un viejo. Cuando entres
en un sitio cerrado, aunque haga calor, no te la quites, que siempre
apareces despeinado.
Y no andes con los hombros rectos, que pareces
un pijo antiguo. Balancéalos. Primero subes uno y luego, el otro, y,
a la vez, vas dando saltitos con los talones, como hacen los chicos
modernos que tienen sentido del ritmo.
No te subas mucho el pantalón.
Deja que se te vea el calzoncillo, que queda muy guapa la figura así.
¡Ay, estos niños de ahora! Hay que estar siempre encima,
diciéndoles lo que tienen que hacer, porque por sí solos no valen
para nada.
Buenas noches y que gane el mejor.