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El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
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Con lo cual, el inicial sosiego, la gustosa tranquilidad, quedó extrañamente trucado en una especie de insulto: ¡Sociego!, que quizás sea ¡So ciego!, es decir, ¡pedazo de ciego!, o algo así. Es la inevitable evolución del lenguaje.
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