De pequeño, recuerdo que había niños
que jugaban tirando de una cuerda atada a un cochecito y lo iban
arrastrando por los pasillos en un interminable circuito. Otros
jugaban al fútbol a todas horas, sin más preocupación que la de
ganar partido tras partido. A algunos les gustaba leer historias
espectaculares de superhéroes que luchaban por causas bastante
simples, que sufrían en cada episodio y que siempre terminaban
ganando porque eran los buenos. Otros gozaban componiendo mecanos o
construyendo edificios más o menos complicados con piezas que venían
en cajas y que resultaban al inicio bastante difíciles de completar.
Había algunos que por algún motivo desconocido, miraban desde fuera
cómo jugaban los demás.
La vida tiene también mucho de juego.
Nos proponemos unos objetivos, seguimos ciertas reglas y al final
conseguimos lo que queremos o perdemos la oportunidad. Pero ¿a qué
juegas tú en la vida? ¿cuál es tu tipo de juego? Buenos días.