Me acuerdo de aquellos días estúpidos de las novatadas. Los veteranos las justificaban con la excusa de que servían para conocer al novato. Con ello, tales individuos, brutos y crueles aprendices de maltratadores, reconocían sin saberlo su incapacidad para conocer con métodos civilizados a nadie, y, además, daban más información sobre ellos mismos y sus vicios que la que obtenían del novato.
Buenas noches.