La cerveza, con su espuma llena de
aire, sube y sube hasta llegar a rebosar. Luego va bajando hasta
perder su fuerza y su frescor. Entonces ya nadie la quiere y es
rechazada. En estos casos alguien tiene que enfriarla de nuevo y
darle fuerza para que vuelva a ser una buena cerveza.
Buenas noches.