Pregunta. Piensa. Discute. Mira a ver
qué piensan los viejos, los jóvenes, los que tienes cerca, los que
tienes lejos. Investiga. Lee. Acude a quien quieras. Tienes que
conseguir que cada día el vivir, la conquista de la vida, sea algo
apetecible, deseable, y no una carga. Tiene que sonar el despertador
y, cuando logres vencer el sueño, salir de la cama con ganas de
ponerte a vivir como si en ello te fuera la vida. Cada día tiene que
ser una aventura que te apetezca un montón disfrutar. Vive como si
cada momento fuera una gozosa ocasión para crear, para crearte.
Vivir no puede ser una carga, sino una ilusión. Y si la vida se
tuerce, estamos todos aquí para lo que haga falta. ¿O no? Buenos
días.