Noche de resaca. Noches de dolor.
París, Líbano, refugiados en Europa, exiliados y tantos casos en
donde hay víctimas y verdugos. No es, ni mucho menos, sencillo
analizar lo que está ocurriendo. No sabemos todo lo que pasa, pero
sí que las cosas son mucho más complejas de lo que conocemos. Es
injusto simplificar. Es injusto acusar. Lo que me parece más justo
es intentar responder a las preguntas del por qué. ¿Por qué ocurre
esto? ¿Por qué hay tanta gente sufriendo? ¿Por qué hay millones
de personas huyendo? ¿Por qué hay tantos pobres y tan pocos ricos?
¿Por qué surgen estos grupos de personas dispuestas a dar sus vidas
haciendo daño? No se debe mirar hacia otro lado, aunque no sepamos
contestarnos a estas preguntas. No se trata de justificar nada, pero
hay que intentar comprenderlo y no es nada sencillo. En física y en
la vida funciona el principio de acción y reacción. Cada fenómeno
que ocurre es una reacción a otro fenómeno que lo ha provocado. Se
trata de entender lo mejor posible todo esto. Intentemos descansar.
Besos y abrazos.