Mostrando entradas con la etiqueta ella. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ella. Mostrar todas las entradas

domingo, 29 de noviembre de 2015

Buenas noches. Ella




Quien no vive anestesiado, lo hace medio dormido, o temeroso, o procurando no arriesgar, por si acaso pierde, o dejándose llevar por la rutina, o transigiendo con el qué dirán, o muriéndose poco a poco sin que se note demasiado, pero ella, no. 

Ella no solo tiene ganas de vivir, sino que se ha propuesto descubrirle a la vida todos sus tesoros escondidos, todo su goce oculto, todo el misterio de lo desconocido, de lo nuevo, de lo que merece la pena probar. 

Ella quiere aprender, pero no quiere aprender cosas, de esas que sirven para ganar títulos. 

Ella quiere aprende a vivir, quiere aprender constantemente a estar viva. 

Aunque no lo dice, se le nota que lo que va buscando es que la vida le rebose, que la llene de intensidad, que le haga sentirse en plenitud. 

No es el caso de un ego que sólo se mire a sí mismo y que prescinda de los otros, porque se ofrece a las primeras de cambio para echar una mano en donde haga falta. 

No se para demasiado en las razones del pensamiento, porque para ella son más importantes las razones de la vida, que muchas veces no son razones, sino estímulos a los que ella responde positivamente si les valen para vivir. 

Ella es de esas personas cuyo aspecto externo oculta su gran valor, su mente creadora, su actitud engrandecedora, su sensibilidad vital. 

Ella no lo sabe, pero para algunas personas es un ejemplo de cómo estar en el mundo, un criterio a tener en cuenta cuando se les viene el mundo abajo o la pereza se les sube a todo el cuerpo. 

Ella está gloriosamente viva. 

Muy viva.