...Su piso, crisol bien organizado de arte, cultura y deporte. Libros (“Varios eran de mi padre…”) y recuerdos. Entrañable como ella misma… Empezamos a hablar. ¡Cómo se llega desde ser una niña de familia sencilla, a ser una luchadora con la voz, una “Víctor Jara” de nuestros días, que está y participa, a favor de los demás, en todas partes, sin ayuda, sin poder dedicarse al estudio y “educación” de la voz y con ese gorgorito delicado y dulce que le caracteriza! Ello, luchando y consiguiendo hacer de su entorno algo mejor, mejorando las cosas por los demás, para los más desfavorecidos, para todos...
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