4 de septimebre de 2018
Como dice el tango, el mundo es una porquería; pero no es una porquería absoluta. Tú estás en él. El mundo puede cambiar, aunque solo sea un poquito y aunque no se genere algo que nos salve a todos. Por el rincón en donde estás tú puede aparecer algo alegre, positivo, humano, que conecte con esas pequeñas racioncitas de bondad que, si las buscas, aparecen también. No te dejes llevar por la pereza ni por la desesperanza. Empieza tú el cambio.