Las palabras siempre alimentan nuestra
mente, pero puede que sea para amar, para saber más, para aclarar algo o
para problematizarnos y poder crecer superando el problema. Pero
también para destrozarnos, para hacernos peores, para rompernos el
sosiego, para derrumbar nuestro mundo o para invitarnos a odiar. Las
palabras tienen mucho poder.
Buenas noches.