El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
Mostrando entradas con la etiqueta prepotencia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta prepotencia. Mostrar todas las entradas
martes, 16 de agosto de 2016
Buenos días. Grandeza
No me parece que la arrogancia, la altanería y la prepotencia sean propias de personas con grandeza.
Buenos días.
domingo, 10 de julio de 2016
Buenas noches. Grandeza
No hay grandeza sin humildad. La
prepotencia, la altanería y la arrogancia son cualidades propias de
gente vulgar y, en muchas ocasiones, ignorante, que no quiere
reconocer su situación ni sabe ponerle remedio.
Buenas noches.
viernes, 27 de mayo de 2016
Buenas noches. Mi error
Estaba equivocado. Yo creía que los
personajes públicos, especialmente los que aparecen por televisión,
educaban a la ciudadanía, le suministraban valores, criterios y
pautas de actuación y que, en cierta manera, modelaban la conducta
de quienes les escuchaban.
Ahora me doy cuenta de que no es
exactamente así. No es que esto que digo no ocurra, sino que es
demasiado simple, y las simplificaciones nos suelen alejar de
cualquier visión certera.
La realidad, como todo, funciona
dialécticamente, es decir, que no es sólo que los personajes
públicos influyan en los ciudadanos, sino que estos ya están, a su vez, funcionando de esa manera y ven un reflejo de sus valores
en el personaje público con el que se identifican. Éste, a su vez,
intenta conectar con esos valores de los ciudadanos para lograr tener una
clientela fiel. Ambos se influyen mutuamente.
Por ejemplo, no es sólo
que un político corrupto o prepotente colabore a crear ciudadanos
corruptos o prepotentes, sino que en la sociedad ya hay ciudadanos
que ven bien la corrupción o la prepotencia y que se identifican con
los respectivos políticos, quienes siguen actuando como tales,
porque, además de satisfacer sus propios intereses, saben que así se aseguran una clientela fiel.
Y, mientras
tanto, la ética desechada en algún rincón.
Buenas noches.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)