Puedes plantear perfectamente la batalla, incluso puedes ganarla y luego puedes terminar ganando la guerra, pero eso no significa que después de cada una de esas victorias venga el descanso ni tampoco la paz. Lo que uno no quiere son guerras, ni batallas, ni planteamientos bien hechos para ganar a ningún enemigo. Ni siquiera tener que estar defendiéndote a cada momento de invasiones, injerencias, mentiras o maltratos. Uno quiere descansar. Uno quiere el sosiego. Uno quiere la tranquilidad. Uno quiere la sonrisa permanente en los labios. Creo que todo eso se incluye en la expresión “Descansa en paz”, solo que los muertos ni se cansan ni descansan, ni pelean en batallas ni ganan ni pierden guerras. Simplemente, ya no son. Mientras se es, es imposible el descanso.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
sábado, 24 de julio de 2021
lunes, 23 de diciembre de 2019
Buenos días. Fiestas
No soy partidario de tomarme muy en serio estas fiestas, pero por si el hecho de no referirme convencionalmente a ellas puede parecer descortés o no se me comprende bien, te sugiero que repartas cariño y sonrisas, que no te pases demasiado con la comida ni con la bebida -por salud, no por otra cosa- y que descanses un poco, si es que la vida te lo permite. Otros lo resumen diciendo “Felices fiestas”. Yo prefiero decirlo así.
Buenos días
miércoles, 25 de abril de 2018
miércoles, 24 de enero de 2018
lunes, 20 de noviembre de 2017
Buenas noches. Descanso
sábado, 17 de diciembre de 2016
lunes, 11 de julio de 2016
Buenas noches. Descanso
sábado, 22 de agosto de 2015
jueves, 25 de diciembre de 2014
Buenos días. Cansancio
domingo, 5 de enero de 2014
Buenas noches. La paz
lunes, 26 de agosto de 2013
Buenos días. Descansar
miércoles, 23 de enero de 2013
Buenos días. Descansar
sábado, 11 de agosto de 2012
Buenos días. Descansa
jueves, 24 de junio de 2010
Cansancio y descanso
En toda vida vivida hay un cansancio físico, y un cansancio de tener que tomar decisiones con demasiada frecuencia, y un cansancio producido por la presencia no siempre agradable de los otros, y un cansancio de la rutina que se nos va instalando en los usos, y un cansancio del intento de hacer real lo difícil, lo necesario, lo imposible, y un cansancio de no sentirse querido, y un cansancio de saberse no comprendido, y un cansancio de tener que explicar tantas cosas tantas veces a tantas personas, y un cansancio de la velocidad a la que la necesidad mata la vida, y un cansancio de que todo valga para cada vez más gente, y un cansancio de los miedos acumulados sin querer, y un cansancio de la mediocridad habitual tan escasamente salvada, y un cansancio de estar siempre tan cansado.
En toda vida vivida tiene que haber un descanso para que lo vivido sea una vida y tenga un sentido consciente. Un descanso que tiene que ser el descanso de cada uno. Un descanso que nos eleve por encima del agobio de lo cotidiano, tan inútil y tan necesario a la vez. Un descanso que no aparece, como el cansancio, sino que hay que buscarlo, que crearlo, que inventarlo.