30 de noviembre de 2019
Jamás se preguntó si su actitud era o había sido la idónea, la conveniente, la acertada. Partía de que siempre había hecho lo correcto. Casi podría decir que era el único que había obrado siempre bien. Las voces que le llamaban resentido aumentaban, pero él no las tomaba en consideración. Como nada es eterno, esas voces cesaron y él se quedó solo. Ni siquiera ya le criticaban.