No hay nada simple.
Por pequeña que
sea una situación, por insignificante que sea lo ocurrido, siempre
estará inserto en un mar de complejas circunstancias.
Conocer lo que
ocurre es intentar comprender todas las circunstancias posibles del suceso.
Simplificarlo todo es lo mismo que renunciar a entender nada.
No hay
que fiarse de las explicaciones simples.
Suelen ser interesadas.
Hay
que aprender a vivir con lo complejo.
Y si no se entiende, al menos
hay que intentar comprenderlo.
Buenas noches.