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sábado, 19 de noviembre de 2011

Última reflexión



Estamos en crisis. Muchas personas lo están pasando mal. Por lo que se sabe, si gana el PP, y no digamos si lo hace por mayoría absoluta, la gente lo va a pasar peor que si esto no ocurre.

Espero que las izquierdas sepan estar a la altura de las circunstancias y no desarrollen una oposición tan visceral y tan poco democrática como la que puso en práctica el PP contra el presidente Zapatero desde el primer momento. Creo que ese estilo zafio y desvergonzado cala en la gente y convierte a los ciudadanos en personas embrutecidas e ignorantes de las prácticas democráticas.

La izquierda tiene que plantearse en serio la educación de las personas, la creación de ciudadanos, el ejercicio respetuoso, civilizado y racional de la política, no para alcanzar el poder, sino por una cuestión ética.

viernes, 8 de abril de 2011

Oposición y democracia


Un diario llamado La gaceta ofrecía días pasados una portada con el titular Este individuo por fin se va, acompañado de una foto del presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. No pretendo descubrir ahora las señas políticas de este diario, pero sí subrayar su catadura moral. En una democracia un presidente del gobierno elegido por todos los españoles no puede ser nunca tratado como “Este individuo”. Si este es todo el respeto que les produce a estos señores un cargo institucional, es que están muy lejos de la democracia. Y esto es para echarse a temblar porque revela que algún tipo de dictadura, sea política, económica o social, es la que están defendiendo.

Creo que un país no se gobierna igual en épocas de crisis que en las de calma. Tampoco creo que se pueda gobernar igual con una oposición leal, constructiva y que mira los intereses de los ciudadanos que con una que desde el primer día –incluso antes, en el caso de Rubalcaba- ha practicado una oposición que no ha sido más que una descalificación constante y permanente, una colección de insultos baratos y zafios a través de los medios de comunicación. Da la impresión de que la oposición, con independencia de lo que digan las urnas, considera como natural que gobiernen ellos. Seguramente les va en el asunto mucho dinero o muchos beneficios y eso les hace situarse por encima de los resultados de las urnas. Me parece, por otra parte, que en los medios se han reflejado más los errores de Zapatero y la presión a la que ha sido sometido en todo momento que sus indudables aciertos en algunas materias. Tengo la impresión de que ha podido más entre una buena parte de la población la presión ejercida sobre el presidente del gobierno que la propia realidad, por mala y dura que ésta sea.

Pero si Zapatero era un inconveniente para la izquierda, ahora ya no lo va a ser. Y la opción es bastante clara. La alternativa es una derecha trufada de ultraderecha, que viene a lo suyo, que si arregla el paro, será porque la situación económica mundial habrá mejorado, pero no porque se lo proponga como objetivo. Como siempre ha ocurrido, las libertades y las igualdades peligran con esta derecha. Tú, mientras tanto, puedes seguir poniéndote exquisito y seguir prefiriendo cualquier otra cosa a lo que hay, pero has de ser consciente del riesgo que corres y que corremos haciéndole el juego a estos interesados en lo suyo o quedándote en casa cuando haya que votar.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Democracia


Pero ¿qué es lo democráticamente aceptable, criticar para que se gobierne mejor o impedir que se gobierne?

domingo, 17 de enero de 2010

Oposición


En una democracia, cualquier gobierno debe tener una oposición que sea una alternativa para quien ocupe el poder. La oposición debe ser leal y constructiva. Es decir, que debe colaborar con sus críticas a un mejor gobierno, pero no debe impedir que se pueda gobernar. Por ser democrática, la oposición no debe poner nunca sus intereses partidistas ni los intereses particulares de los políticos por encima del bien común de los ciudadanos.

La oposición en España no creo que sea ni leal ni constructiva. Ni me parece que sea democrática. Y esto lo sufrimos todos, lo sepamos o no.