Hay sordos que no oyen. Hay sordos que no escuchan. Hay sordos que no se enteran. Hay sordos que quieren ser sordos. Hay sordos que no pueden dejar de ser sordos. Hay sordos que ejercen de sordos. Hay sordos que imparten mucha doctrina. Hay sordos a los que les da igual ser sordos o no. Hay sordos prudentes y otros que no lo son. Hay sordos por costumbre. Hay sordos por conveniencia. Hay sordos interesados en escucharse sólo a sí mismos, pero ensordecer profundamente ante los otros. Hay sordos que creen que los demás también lo son. Hay sordos que no saben que son sordos.