Eva, cuyo blog puedes visitar aquí, me envía desde Sevilla este precioso poema de Mario Benedetti que quiero compartir contigo que visitas esta Casa L, para que te quedes un rato más y me digas si te ha sugerido algo.
Primero que todo me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla,
que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y lo hace.
Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones,
la gente que no deja las soluciones al azar.
Me gusta la gente justa con su gente y consigo misma,
pero que no pierde de vista que somos humanos y nos podemos equivocar.
Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo entre amigos
produce más que los caóticos esfuerzos individuales.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la Alegría.
Me gusta la gente sincera y franca,
capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables a las decisiones de un jefe/a.
Me gusta la gente de criterio, la que no traga entero,
la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó.
Me gusta la gente que, al aceptar sus errores,
se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente,
a éstos les llamo mis amigos/as.
Me gusta la gente fiel y persistente,
que no desfallece cuando de alcanzar los objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente que trabaja por resultados.
Con gente como esa, me comprometo a lo que sea,
ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido/a.
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