Mostrando entradas con la etiqueta enajenación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta enajenación. Mostrar todas las entradas

jueves, 10 de junio de 2021

Enajenados




 No salen a la calle para protestar por que les están explotando y dejando sin médicos y sin educación y sí, en cambio, salen porque les han dicho que hay que estar en contra de los indultos, aunque con ellos se pueda arreglar el problema de Cataluña. Les han entregado a los ricos su vida 'concreta' a cambio de unas ideas 'abstractas' que ni entienden ni saben sus consecuencias, y que solo les interesan a los dirigentes. Cuando, por ejemplo, Aznar indultó a los exterroristas de Terra Lliure, no salieron a la calle. Eso es estar enajenados.


miércoles, 9 de junio de 2021

¿Enajenación?




 La enajenación es un proceso por el que algo que es nuestro se vuelve ajeno a nosotros. Si yo vendo un terreno que es mío o lo regalo, me queda enajenado. Y si ese terreno me lo roban, también me queda enajenado. Hay, pues, varias maneras de que algo quede enajenado, de que permanezca fuera de nosotros mismos.

Hay un problema que considero serio. Es el de si vivimos una existencia enajenada, una vida que no sea propiamente la nuestra, como si alguien ajeno viviera nuestra propia vida en lugar de hacerlo nosotros mismos. Por ejemplo, si trabajo en una fábrica, ese trabajo lo realizo yo, pero no es mío, sino del propietario, que me pide que le entregue un montón de horas al día, unos conocimientos y un desgaste corporal a cambio de un sueldo que tengo que aceptar, pero que vale menos de lo que yo le doy. La prueba es que el propietario se queda siempre con unas ganancias que produzco yo con mi trabajo. Mi tiempo, mis conocimientos y buena parte de mi vida se los entrego yo al dueño, y no puedo hacer con ellos lo que quiero. En ese sentido, no soy yo el que los vivo, porque he entregado una buena parte de mi vida y he quedado enajenado, sin poder vivir mi propia vida.

Me pregunto si de la misma manera que nos sentimos “obligados” a aceptar unas condiciones de trabajo determinadas, y nos enajenamos, si no nos sentiremos “obligados” también a aceptar unas ideas que nos impiden vivir como lo que somos, seres humanos, y hacen, por tanto, que nos enajenemos. Por ejemplo, ¿por qué hay aún personas que aceptan esa barbaridad prefabricada y prejuiciosa de que las personas de otro color de piel, o los extranjeros o las mujeres son seres inferiores que tienen menos derechos? ¿Es eso verdaderamente humano o es que nos interesa entregar nuestras propias ideas, como entregamos nuestro tiempo en un trabajo, a cambio de algo que nos interesa? ¿No estaremos dejando de ser nosotros mismos, seres humanos, pensando así? ¿No estaremos vendiéndonos a algún precio? ¿No estaremos enajenándonos?


viernes, 17 de enero de 2020

Buenas noches. Adorar


En mi infancia me obligaron a adorar mucho, aunque no sé si lo llegaron a conseguir del todo. Ahora intento no adorar a nada ni a nadie, ni en este mundo ni en ningún otro. Es más, siento una especie de compasión por quien lo hace, por lo que tiene de salto a un nivel que nos enajena, nos hace sentirnos menos de lo que somos, nos resta humanidad y nos introduce en un ámbito irracional. Prefiero vivir con los pies en la tierra. Es más duro y más difícil, pero me hace sentir más humano.

Buenas noches.