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miércoles, 19 de junio de 2013

Buenas noches. Los han encumbrado





Los colores tiñen todo aquello sobre lo que se posan, porque no pueden hacer otra cosa. El calor eleva la temperatura de los cuerpos a los que llega, porque no los va a enfriar. El agua moja los materiales permeables sobre los que cae, no los va a secar. El ignorante, si le dejan, llena de ignorancia el espacio que ocupa, no los va a convertir en templos de sabiduría. El cateto, cuando le dan poder, convierte en catetos a todos los que se dejan y jamás hará de ellos gente ilustrada. El mentiroso mentirá allá en donde esté y jamás veremos a ninguno de ellos diciendo verdades como puños. El inútil perderá el tiempo suyo y el de todos los que le aguanten sin mandarlo a lugares más apropiados, que es muy raro que un inútil haga algo de provecho. Hay que andar con mucho cuidado por la vida, porque han encumbrado a gente que deshumaniza todo lo que toca, que estropea el aire, el agua, el paisaje y la alegría. Hay que procurar salvarse de ellos. Una pista: esta gente no suele tener más que dinero. Otra: es posible que hayan dejado alguna semilla de sus males dentro de nosotros.

Cuando hoy vayas a cerrar, toma lo mejor de ti. Lo mejor de ti siempre tiene algo que ver con el amor. Dedícate a ti. Quiérete un poco. Relájate hasta olvidarte de la parte malvada del mundo. Baja los hombros. Respira hondo, con ritmo y con suavidad. Recuerda ese momento estupendo vivido hoy, esa cara bonita que viste, esa sonrisa que te dedicaron, esas personas a las que quieres, también esa persona tan importante para ti, aunque la tengas cerca. Mete la mano en el saco del amor y saca un puñado de cariño. Extiende la palma de la mano y sopla suavemente sobre ella. No dudes de que la nube llegará a todos y a todas y de que un milagro hará que sientan tu cariño. Buenas noches.


lunes, 11 de enero de 2010

Inútiles


El viejo Platón decía que nuestra alma tenía tres partes o que ejercía tres funciones, la concupiscible, o sea, la de los deseos, la irascible, que es la de los sentimientos, y la racional. Según él, la que debía dominar todo era el alma racional, porque somos realmente seres racionales y debemos actuar como tales.

Tengo la impresión de que entre todos estamos educando a la gente para que la parte del alma que domine no sea la racional, sino la concupiscible. Cuando digo “todos” me refiero a padres, profesores, ciertos políticos, publicidad, televisión y seguramente alguien más. Si vas a cualquier sitio y te pones a observar lo que hace la gente, verás que casi todo el mundo hace lo que le da la gana, sin pararse a pensar en las consecuencias, en si hace daño o no, o si va haciendo el idiota por la vida.

En el mundo postmoderno de hoy priman los derechos sobre los deberes. El que es incapaz de hacer lo que debe y sólo puede hacer lo que le apetece es un blandengue, una rémora, un inútil. Y esto se va llenando de inútiles.

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