El artista crea, pero no sabe del todo
lo que crea. Lo que crea el artista lo interpreta el receptor y hay
veces que éste cree encontrar en la obra de arte lo que el autor no
puso conscientemente nunca. Lo que el artista crea es un campo
abierto de posibilidades que la contemplación atenta del receptor
intentará ir cerrando poco a poco, sin que pueda aspirar a cerrarlo
del todo. Cuando más profunda sea la obra de arte, más carga
expresiva tendrá y más posibilidades de interpretación podrá
tener el receptor. La obra de arte es el lugar de encuentro
comunicativo entre la creación libre del artista y la interpretación
libre del receptor. Artista y receptor deberían aprender el uno del
otro, lo mismo que deberían hacer dos personas que vivieran una vida
buena. Buenos días.