Llamó a su hijo y le dijo:
- Mira, hijo. Sabes que las cosas están
muy mal. A tu madre la han despedido. Con lo que yo gano no sé si
vamos a poder seguir viviendo como hasta ahora. Vamos a tener que
apretarnos el cinturón. Te aseguro que yo lo haré el primero.
Prescindiré de todo lo que no sea indispensable y procuraremos
llegar a fin de mes. Te lo digo porque te voy a poder dar muy poco
para tus gastos. Yo no pensaba que íbamos a estar así. Te pido, por
favor, que lo comprendas y que colabores …
Aquél padre no pudo seguir. Un llanto
desconsolado le sobrevino y le impidió seguir hablando. Se abrazó a
su hijo y este, sobrecogido, le acompañó en su llorar.
Y, sin embargo, este Gobierno de
neoliberales inhumanos sale riéndose a la hora de presentar unos
presupuestos que van a generar más pobreza en los ciudadanos y más
riqueza en esa minoría ya muy rica para quien gobierna. Ni se
abrazan a nadie, ni lloran, ni explican nada a nadie, ni se apiadan
de nadie ni tienen la menor consideración con nadie. Con un enorme
descaro y con la mayor naturalidad no hacen más que pensar en sí
mismos.
¿De qué o de quién se ríe este
Gobierno?
Buenas noches.
Fotografías tomadas de el diario El País.