AGUA
Es
la base de la vida; la exploración del espacio busca agua como señal
de vida. Tiene un simbolismo de pureza; está en la liturgia
cristiana: en el bautismo, en la misa. Nos rodea continuamente, en la
higiene, en la cocina y en el paisaje: lluvia, ríos, mares... El
español agua (2ª.
mit. S. X) viene del latín aqua, y este del
indoeuropeo akwa. Es cierto que hay otra raíz
indoeuropea, wed, que significa húmedo, mojado,
origen del griego hydor, el inglés water
o el ruso voda, agua, diminutivo vodka;
incluso winter, invierno, viene de esta
raíz. También el latín nutria deriva de esta
raíz. De hydor derivan hidráulico,
hidrógeno o anhídrido. Y de agua,
acuático, acuario, acuarela, desagüe o aguardiente.
LECHE
(Siglo
XII). Del latín lac-lactis. Es nuestro alimento
básico en la lactancia y después, la de ovejas, vacas... también
forma parte de nuestra alimentación. De lac derivan
lácteo, lactancia, lechuga, lechazo
y lechón. Lechuza
evolucionaba del latín noctua a nochuza,
pero sufrió una confluencia con leche,
por la creencia popular en que se echaban sobre los bebés como para
amamantarles, y derivó en lechuza.
Según una teoría hay una raíz indoeuropea, glak,
origen tanto del latín lac como del griego
gala-gálaktos, origen de galaxia.
Hay que recordar el precioso mito sobre el origen de la Vía Láctea
en el mordisco de Hércules niño al pezón de la dormida Hera.
VINO
(Siglo
XI). En la cultura mediterránea es, con el trigo y el olivo, la base
de la agricultura. Está incluso en la liturgia cristiana, en la
misa. Vino no
es palabra indoeuropea, es mucho más antigua. Cuando llegaron al
Mediterráneo las primeras oleadas de indoeuropeos no conocían el
vino, provenían de las estepas del este de Europa. El vino ya era
producido y consumido en el Mediterráneo por egipcios, cretenses y
otros pueblos. Se supone que la palabra proviene de un tronco
asiánico, de los pueblos que poblaron Anatolia, actual Turquía, y
Mesopotamia, de lenguas hoy desaparecidas. Nuestra palabra vino
viene del latín vinum y este del griego oinos.
De vino derivan viña,
vendimia, vinajera, vinagre (préstamo del catalán),
vinagreta... Del griego oinos
se han creado los términos Enología
y enólogo. A las lenguas del
centro, este y norte de Europa la palabra llegó con el producto. En
ruso, p. ej., se llama vino, exactamente como en
español. La palabra viajó con el producto.
CERVEZA
(1535).
En latín ya se decía cervesia, pero se discute
si la palabra deriva de Ceres, como cereal,
o es un vocablo celta que entró en el latín. Del antiguo nombre de
la cerveza en germánico deriva el inglés ale,
pero hoy ya no significa toda la cerveza, sino el tipo de
fermentación alta, frente a la suave lager.
Hacia 1500 un nuevo término proveniente del norte triunfa en Europa,
alemán bier, francés bière,
italiano birra. Su origen es el latín
bibere, beber. El término antiguo casi solo se
conserva en la Península, catalán cervesa,
portugués cerveja. Hay otro resto, gerbosa,
en el romanche suizo. Las lenguas eslavas tienen otro latinismo,
pivo, también derivado de bibere.
En Canarias a la cerveza le llaman garimba,
derivado de un topónimo (nombre propio de un lugar). En euskera
es garagardoa, vino de cebada (ardoa
es vino).