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martes, 14 de enero de 2014

Lo que veo cuando miro. Obama





¿Qué infundios le habrá contado Rajoy a Obama para que éste salga diciendo que es un gran líder? ¿O es que también Obama no ve más que la parte de la macroeconomía que le interesa? ¿Cómo puede tomarse el ciudadano de a pie esta historia de mal gusto? Buenas tardes.


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Obama



No es que me parezca el salvador del mundo ni el presidente perfecto, pero me alegro de la victoria de Obama. La de la alternativa hubiese sido terrible.

Sólo quiero resaltar un detalle. Romney, el perdedor, ha dicho que rezará por el presidente, para que lo haga bien. Ayer, sin embargo, dijo que haría todo lo posible por entorpecer la labor de Obama, si éste salía elegido.

Esta hipocresía, esta doble moral, esta intromisión de Dios en los asuntos políticos y esa actitud de entorpecer, de entrada, lo que haga el adversario me asusta, me preocupa y me trae recuerdos demasiado cercanos, demasiado peperos, demasiado inhumanos.

Mientras los políticos no dejen de considerarse como enemigos a costa de los ciudadanos, esto sólo va a ir a peor.

lunes, 19 de enero de 2009

Bye Bye, but for ever. Uf.



Ya te vas, Bush. Vete mucho con Dios. Ojalá puedas recolectar en tu vida lo que intentaste sembrar en el mundo. No hubiésemos perdido nada si no hubieras aparecido. Vete al rancho y da muchas charlas en Georgetown si te da la gana, pero no molestes más ni vuelvas a dejar el concepto de ser humano por los suelos.

Y mucha sabiduría y mucha suerte para Obama. ¡Qué bueno sería que las esperanzas se hicieran realidad!

Para que lo entiendas.

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jueves, 13 de noviembre de 2008

La discreta alegría de una victoria

Sin duda, da alegría saber que Barack Obama ha ganado las elecciones en los Estados Unidos de Norteamérica. En principio, porque la ideología del Partido Demócrata parece más social, abierta y humana que la del Partido Republicano. Y además, porque Obama tiene la piel negra y eso, en una sociedad con tantas incrustaciones de racismo, incluso en un mundo en el que esta lacra abunda tanto, supone una buena noticia y una esperanza en el camino de la humanidad hacia la igualdad y la justicia.

Pero la victoria me deja un poso de inquietud. No nos podemos limitar a contemplar la negritud del personaje. Eso no lo es todo. Es sólo la apariencia, lo espectacular. ¿Qué hay dentro del personaje?

Francisco G. Basterra, en su crónica para El País del 8 de noviembre, advertía con claridad:
No volvamos a equivocarnos. Obama no es un radical, ni un socialdemócrata europeo. No firmaría una ley para posibilitar el matrimonio gay; defiende el derecho a realizar acciones militares preventivas cuando estén en juego los intereses de Estados Unidos y se reserva la posibilidad de actuar internacionalmente sin cobertura de la ONU; no es contrario a la pena de muerte, ni parece que desee restringir el sacrosanto derecho de sus ciudadanos a tener armas en la mesilla de noche.

Es una buena noticia, porque la otra posible hubiese sido muy mala y porque no volveremos a ver al impresentable de su antecesor. Pero yo, al menos, tengo mis reservas.

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