El
rostro de una persona se va fraguando con sus valores, con sus
costumbres, con sus vivencias. Hay personas a las que la sonrisa se
les instala en su cara porque creen que la actitud más humana ante
la vida es la de la sonrisa. Hay también quienes llevan el odio en
la expresión, porque es eso lo que les ayuda a vivir.
Buenas noches.