El mundo no es tuyo, sino de todos. La
vida no es tuya, sino de todos. El tiempo no es tuyo, sino de todos.
El espacio no es tuyo, sino de todos. El dinero no es tuyo, sino de
todos. La Tierra no es tuya, sino de todos. El agua no es tuya, sino
de todos. La educación no es tuya, sino de todos. La sanidad no es
tuya, sino de todos. La calle no es tuya, sino de todos. La libertad
no es tuya, sino de todos. La verdad no es tuya, sino de todos. El
poder no es tuyo, sino de todos. Ese deseo, ese afán que tienes de
vivir como si todo fuese tuyo, como si pudieses apropiarte de todo,
te descalifica, te reduce a la condición de ser no humano. Eres un
ser derrotado en la vida, aunque te empeñes en aparecer como
triunfador. Das asco. Buenas noches.