Año 480 a.C. El calor asfixiaba unos cuerpos protegidos por pesadas panoplias. Movía la brisa sus capas escarlatas. Estaban preparados. Partieron para cumplir su destino: defender las poleis griegas, aun sabiendo que iban a morir. Y es que, ¿quién no ha oído hablar de Esparta? ¿Quién no ve representado en Leónidas el honor, la lealtad o la valentía cuando se enfrentó con sus 300 fieles hoplitas contra el gigantesco ejército persa dirigido por el autonombrado dios rey Jerjes I?...
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