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jueves, 29 de octubre de 2020

Dicho en el pasado. Hay esperanza



29 de octubre de 2020

 La avenida tenía dos calzadas, una en cada sentido, separadas por una acera. En cada uno de los bordes de las aceras había un semáforo con un botón que los peatones podían pulsar si querían cruzar la calle. En la acera contraria a la mía había un niño. No sé los años que tendría, pero vendría a medir un metro. Tenía cara de espabilado y llevaba unas gafas que dominaban su imagen.

A su altura llegó un listo que, con el aire chulesco que exhiben todos los listos, comenzó a cruzar la calzada con el semáforo en rojo. El chaval, cuya madre estaba a unos metros de él charlando con alguien, le gritó:
-¡Que el semáforo está en rojo!
El listo lo miró con aires de superioridad, como diciendo que eso no era para él, le esbozó una sonrisa y siguió cruzando.
-¡Que está en rojo el semáforo! -insistió en chaval.
El listo volvió a mirarlo y, sin perder su sonrisita estúpida, decidió pararse en la acera intermedia.
A los pocos instantes, el semáforo se puso verde y el niño, para rematar la jugada, le gritó al listo:
-¡Ahora ya está verde!
El listo, que no se había dado cuenta del cambio de color, continuó cruzando y poniendo una cara como de querer decir que qué gracioso era el niño.
Cuando pasé a la altura del niño, le mostré la mano con el pulgar hacia arriba, le sonreí y le guiñé un ojo. El chaval sonrió.
Hay esperanza.

jueves, 30 de mayo de 2019

Buenas noches. Evolución





Miro hacia atrás en mi vida y me veo muy lejos de como pienso ahora. Creo que he evolucionado a lo largo de mis días y ahora, aunque estoy en un eterno punto medio de un camino sin fin visible, me siento más humano que en mi juventud. Y, sobre todo, vivo convencido de que tengo que seguir evolucionando. 

Buenas noches.

domingo, 30 de septiembre de 2018

Buenos días. Juventud




Para ser joven no es necesario seguir ningún rito obligatorio. 

Buenos días.


lunes, 2 de julio de 2018

Buenas noches. Educación




Me lo decía una amiga muy querida: “No nos han educado para aceptar que nos tenemos que morir”. Yo le decía que tampoco nos han educado para vivir. Coincidíamos en que todo el interés lo han puesto en ese supuesto más allá que nos hace temer la muerte y despreciar esta vida. Y pensé yo luego que a los más jóvenes no les hemos educado ni para el más acá ni para el más allá, ni para la vida ni para la muerte. Menudo desastre. 

Buenas noches.

martes, 30 de enero de 2018

Buenas noches. Huida




La juventud huye despavorida hacia la vejez. Es necesario que la frenemos y la actualicemos valorando críticamente tanto lo nuevo como lo viejo, prefiriendo el todos, no rechazando lo diferente y renovándonos a cada momento. 

Buenas noches.

sábado, 24 de junio de 2017

Buenas noches. El tránsito




Nacemos perfectamente inútiles. Si no nos ayudan a vivir, nos morimos pronto. Todos nos tienen que ayudar, desde quienes hacen los vestidos a quienes fabrican los potitos, pasando por quienes saben curar enfermedades. Pero especialmente son nuestros padres, que se supone que nos han traído voluntariamente a este mundo, quienes deben cuidarnos con mayor intensidad. El parto nos da la existencia, pero son nuestros padres quienes deben darnos la vida: alimentarnos, querernos, educarnos, orientarnos y prepararnos para convertirnos en seres humanos libres.

Durante la juventud tendríamos que dedicarnos a ver los diversos caminos por los que podríamos transitar, para elegir, con arte y con sensatez, lo que entendiéramos que es mejor para nuestro desarrollo humano. Es un periodo de inversión, de mucho trabajo, de acumulación de toda la preparación posible para llegar a la meta de humanizarnos. Es el momento de descubrir los valores -no solo el amor-, las culturas, las artes, el mundo.

La madurez es la etapa en la que tendríamos que poner en práctica todo lo que hemos descubierto, en el que deberíamos crecer en todas nuestras dimensiones, sintiendo en toda su amplitud que los demás están también ahí, además de la pareja y de la familia. Es el momento de devolverle a la vida lo que antes ella nos ha dado, gracias a lo cual somos lo que somos. A lo largo de la madurez, si los demás nos lo permiten, podemos llegar a ser lo que queremos ser. Tan importante como esto me parece que es no perder de vista nuestra finitud, el hecho innegable de que en algún momento nos moriremos, que la muerte está escrita en las entrañas de la vida. Siempre he vivido esto como el argumento que me ha suministrado más ganas de vivir, más urgencia por vivir lo más intensamente posible, sin perder el tiempo.

Llega un momento en el que, sin que nos demos excesiva cuenta, el cuerpo comienza lentamente a flaquear, a perder su lozanía, a tener impedimentos en un lugar o en otro. Si nuestra formación humana ha sido la adecuada, nuestra mente debería mantenerse siempre abierta, joven, creadora, dispuesta a seguir aprendiendo. Creo que hay que estar voluntariamente muy alerta para que nuestra mente no pierda la frescura y las ganas de vivir que a veces intenta quitarnos el cuerpo. No me gusta llamar vejez a este estado vital. Yo, al menos, no aspiro a convertirme en un viejo, pero sí en un anciano -aunque no tengo ninguna, pero ninguna, prisa en conseguirlo. Los viejos hablan de “sus tiempos”, pero los ancianos, como cualquiera, sólo tienen el tiempo en el que viven. Los viejos están centrados en su inutilidad. En cambio, los ancianos siguen viendo el mundo como algo más importante que su propia existencia. Los viejos no tienen ganas de vivir y los ancianos, sí. Los viejos solo piensan en la muerte. Los ancianos quieren vivir hasta el instante antes de morirse.

Un anciano con la mente joven entiende bien que llega un momento en su situación vital en la que debe situarse voluntariamente en un segundo plano. Tiene que vivir, pero tiene que dejar vivir también a los demás. Insisto en lo de la mente joven. Si a lo largo de su vida no se ha preocupado nunca por formarse una mente así, lo normal es que sufra luego. Para vivir es indispensable que al anciano le ayuden, porque poco a poco va teniendo tantas necesidades como cuando era un niño pequeño, pero me parece importante observar que esas necesidades son distintas. Requiere cariño, como todos lo necesitamos, pero no es el cariño constante, cercano y tan ligado a los padres, como le ocurría en la infancia. Necesita cuidados, pero los de los hijos no suelen ser los más eficaces. No tienen derecho a que los hijos hipotequen sus vidas para cuidarlos. A este mundo entiendo que se traen hijos, no futuros enfermeros. Es vital que entendamos que debemos retirarnos del puente de mando, de la cumbre de la familia, y que tenemos que situarnos en un lugar en el que nos cuiden, pero sin molestar, sin impedir vivir a nadie, sin exigencias, sin ser una molestia para nadie. Creo que hablar con los hijos con naturalidad de estas cosas sería muy importante para lograr una convivencia razonable, pacífica y humana. No solo hay que estar constantemente aprendiendo a vivir. También hay que aprender a morir.

Buenas noches. Y perdón por el rollo tan largo, pero es que hay días en los que no se tiene fina la capacidad de síntesis. Si te apetece opinar sobre este texto, puedes hacerlo aquí o en casalfernandezmanuel@gmail.com 



jueves, 1 de junio de 2017

Buenos días. Osadía 132




Atrévete a intentar rejuvenecerte un poco cada día. 

Cuida tu mente. Procura que no envejezca. 

Es posible. 

Buenos días.

lunes, 13 de marzo de 2017

Buenas noches. No es posible



Si un ignorante brutal que desconoce lo que se sabe de la realidad, si un tipo con una escasa formación humana y moral, si un caprichoso machista, racista y xenófobo, si un adicto a la televisión que no tiene por costumbre leer, si un amante de las guerras y del dinero ha llegado a ser presidente de ls Estados Unidos de América, ¿cómo quieres que este chaval, perdido en una selva sin salida visible, desprovisto de cualquier mecanismo mental que le ayude a pensar con corrección, sin el menor sentido de lo que es una norma y sin conciencia de que existe un deber moral, sin más carga que sus apetitos y sus deseos, que quiere satisfacer ya mismo, intente estudiar, formarse o invertir en su futuro? 

Buenas noches.

lunes, 16 de enero de 2017

Buenos días. Juventud


La juventud es un estado que debe darse a cualquier edad. 

Buenos días.


viernes, 13 de enero de 2017

Buenos días. Higiene


Hay jóvenes que se sientan con frecuencia en cualquier sitio, en cualquier suelo, encima de cualquier cosa. 

Buenos días.


miércoles, 14 de septiembre de 2016

lunes, 4 de abril de 2016

Buenas noches. Lo que vales




El joven anciano me dijo: 

“Vales lo que eres, no lo que crees ser. 
Vales lo que puedes ser, no lo que quieres ser. 
Lo que quieres tira de lo que puedes y lo arrastra hacia tu crecimiento, pero en cada momento tu límite estará en lo que puedes. 
Vales lo que das, no lo que tienes. 
Tú no eres igual a tus posesiones, ni a tus dotes para la vida social, ni a tus palabras, ni a tus sueños, ni a tus logros, ni a tus derrotas. 
Lo único que te da valor es tu generosidad. 
Vales más si procuras comprender que si te dedicas a juzgar. 
Nadie con valía humana se atreve a juzgar. 
Vales lo que vales, pero tú no lo sabes. 
Lo que vales te lo podrán decir pocas personas: sólo aquellas que te quieran desinteresadamente. 
Ahora, mi querido amigo, te pido que me permitas seguir leyendo y pensando, a ver si descubro algo nuevo y valioso que me aporte un poco de alegría para hoy." 

Buenas noches.

viernes, 15 de mayo de 2015

Buenas noches. Juventud




Acepta que cada día tu cuerpo se va deteriorando un poco, sólo un poco. 

Pero ten también muy presente que tu juventud, tu eterna juventud, está en tu mente, que también la tienes que cuidar y que se manifiesta en tu mirada, en tu sonrisa, en tu estilo y en tus ideas. 

Buenas noches.

lunes, 16 de junio de 2014

Buenas noches. Jóvenes y viejos




Ellos mismos no lo notan y creen que no la poseen, pero la vejez mental se percibe a leguas de distancia y afecta a hombres y mujeres de cualquier edad. Los viejos se agarran a cuatro ideas, normalmente del pasado, y no son capaces de ver a las personas reales, no se dan cuenta del daño que hacen, no son conscientes de lo solos que se van quedando, de que han perdido el sentido del ridículo y de que no quieren enterarse de que nadie va a contar con ellos en el futuro. Sobre todo, no se dan cuenta de que la vejez es la antesala del acabamiento, de la muerte en vida. Qué pena ver a tanto viejo de poca edad.  Y qué alegría ver de vez en cuando a jóvenes de muchos años. Saramago, José Luis Sampedro, Rita Levi-Montalcini,  Santiago Carrillo y tantos otros eran cada día más jóvenes. Buenas noches.

jueves, 6 de febrero de 2014

lunes, 16 de septiembre de 2013

Buenos días. Costumbres





Somos animales de costumbres. Nos habituamos a vivir siguiendo unos esquemas determinados que repetimos día tras día. Fíjate en lo que haces cada día y lo comprobarás. Pero, ¿has criticado alguna vez tus costumbres? ¿Son las que te gustaría tener? ¿Son las mejores? ¿Te falta por acostumbrarte a algunas cosas? Si quieres ser joven, tengas la edad que tengas, hazte estas preguntas con frecuencia. Sólo así podrás crecer. Buenos días.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Buenas noches. Huele a vida





El viejo no huele la vida. Se acostumbró a vivir según sus estrechas razones, sus costumbres acartonadas, sus prejuicios forjados a la defensiva, sus visiones ya previstas y sus argumentos de siempre. La puerta de entrada a lo nuevo, se cerró y, con ella, la que dejaba paso a la vida.

Lo nuevo suele llegarnos por un cierto olfato. Sólo el joven, de mente abierta y espíritu siempre dispuesto a la aventura de la vida, huele dónde está lo que merece la pena, cuál es el lugar en el que se puede encontrar la frescura, quiénes son las personas para las que vivir es importante. El joven huele la sed de aprender, lo imprescindible que es dar y recibir cariño para que la vida sea buena, la falta de miedo al cambio, la potencia de la novedad, la importancia del cuerpo frente a la del vestido y de la mente frente a la de lo ya establecido, la necesidad de la crítica, el dolor de la impotencia y la fuerza de la esperanza.

Hay cosas, personas y situaciones que podemos olerlas sin verlas, sin conocerlas del todo, sin entenderlas. Te las puedes encontrar sin haber previsto su aparición, sin haberlas buscado, y te abrazas a ellas porque te huelen a vida. Sin saber racionalmente nada de lo que estás viviendo, te recuerdan al rocío fresco de la mañana, al sonido potente del mar, al horizonte inacabable y a la profundidad de la noche.

La vida entra por el olfato, pero tienes que estar en disposición de que pueda entrar. Buenas noches.

martes, 3 de septiembre de 2013

Buenas noches. ¿Dónde está la juventud?





Me preguntaba ayer una amiga que dónde andará la juventud.

Yo creo que, como casi todas las cosas, la juventud es una mezcla de una actitud de la mente y de unos actos que son consecuencia de esa actitud.

Lo importante es la actitud: una mente abierta, llena de dudas, dispuesta al cambio, que valora el aprender, que procura no tener miedos, que ama la vida y ama a las personas, que no le importa manifestar sus amores, que no pone frenos a la posibilidad, para la que nada es definitivo, que no tiene inconvenientes ni en reír ni en llorar, que valora el beso y el abrazo como los símbolos más importantes de la vida humana, que entiende la generosidad como necesaria, que valora la libertad y, sobre todo, la igualdad, que no acepta cualquier cosa, que detesta el individualismo, que considera que las manos están tanto para coger cosas como para acariciar.

En mi opinión, si quieres saber si eres joven o no, comienza por buscar en ti un vacío interior, una insatisfacción profunda, un deseo insaciable, una necesidad de una vida mejor. Si no tienes ese vacío de juventud, la vida no te podrá llenar.

Buenas noches.