Hay veces en las que te pierdes. Lo que hacías, lo que era
tuyo, ha desaparecido. Lo que tenía sentido ha dejado de tenerlo. Ahora no te
encuentras. De nuevo te has perdido. Por eso conviene tener una referencia,
alguien en quien confíes y que pueda aclararte las ideas. O un libro que te
haga abrir los ojos. O un paisaje que te permita volver a sentir. Alguien a
quien puedas escuchar o algo a lo que puedas volver.