En el teatro, en el arte y en la vida
hay veces en las que la mentira que se oculta detrás de una
apariencia valiosa hace que afloren verdades -si es que se puede
hablar así-, igualmente escondidas bajo una realidad que engloba
problemas latentes, disimulados, pero vivos. La mentira puede
funcionar como un viento que todo lo descoloca, lo revuelve y lo
altera para que el mundo quede al final con un nuevo aspecto no
previsto.
Algo de esto ocurre en Descubriendo
a Eva, una
versión para el teatro de la obra célebre del grande de Hollywood
Joseph Mankiewicz,
Eva al desnudo,
película que ganó numerosos premios, entre ellos un Óscar.
La obra plantea la situación que se produce cuando el éxito
profesional es vivido también en clave personal y un personaje
imprevisto viene a descabalar el mundo que quien triunfa se ha creado
de una manera forzada, artificial y, en el fondo, frágil. En la
crisis que se genera surge la reflexión sobre lo que es el teatro, y
también el alcance de la confianza que depositamos en las personas,
los límites de nuestra libertad cuando aparece alguien con un
talento similar al nuestro, lo quebradiza que puede llegar a ser
nuestra autoestima y la posibilidad de que las distancias que nos
separan de quienes forman nuestro mundo sean capaces de acortarse y
de alargarse en un breve lapso de tiempo.
Los
actores y actrices de Hécuba
Teatro
saben mantener la obra en un alto nivel de interpretación. Los
personajes que representan Elisa
Niño
y Raúl Yuste
son dobles y requieren un cierto cambio de registro que realizan con
talento y con buen dominio de sus situaciones. Carmen
Nogal
hace de manera convincente una Margo
atractiva, una diva de la escena cuya vida se ve alterada de forma
imprevista. Javier
Martínez,
en el papel de su pareja, y Óscar
Rodríguez,
en el del guionista que escribe papeles que Margo
juzga como impropios para su edad, resuelven con mucha solvencia sus
intervenciones. El papel de Eva
lo encarna Ana Gijón
y lo hace con brillantez y con destreza. La calidad de todos ellos es
grande y fue reconocida por el público que llenaba la sala el día
del estreno.
Puede
verse la obra en el Teatro
Victoria,
en la madrileña calle del Pez, 17, los viernes a las 20:00. Es hora
y media de buen teatro.