Acabo de oír por la radio que el nuevo
portavoz de la Conferencia Episcopal Española explica la caída de
las vocaciones sacerdotales, entre otras cosas que no ha mencionado,
por el descenso de la natalidad. Como nacen poco niños, ha dicho, es
lógico que vayan menos a los seminarios. Ha añadido que en su
familia eran muchos hermanos y que fueron dos hacia el sacerdocio.
Así que, mujer, ya sabes, a parir, a parir muchos hijos, aunque no
quieras tenerlos, aunque no los puedas mantener, aunque no seas
católica. El señor cura tiene que mantener su montaje y, de la
misma manera que en la Edad Media se necesitaban guerreros y luego
mano de obra barata, ahora, por lo que se ve, se necesitan curas y
por eso te invitan a procrear. Por supuesto, que no se van a admitir
que uses métodos anticonceptivos, porque entonces se quedan sin
curas. Ya se sabe que el sexo está únicamente para traer hijos a
este mundo y, a ser posible, que salgan curas. Seguimos estando en
pleno siglo XXI de la Edad Media.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
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viernes, 29 de noviembre de 2013
viernes, 24 de mayo de 2013
El disparate exorcista
El espectáculo al que estamos
asistiendo en nuestra sociedad es grandioso. No teníamos bastante
con las sarta de mentiras públicas, con las variadas corrupciones,
con la creciente violencia de género o con los disparates políticos,
y ahora sale el eminentísimo cardenal Rouco y le da por crear nada
menos que un Cuerpo de exorcistas.
Yo cada vez tengo más confuso el
sentido que puede tener hoy la religión. No sé a qué se dedican
estos curas de altura. Ahora parece que les ha dado por el demonio y
pueden hacer mucho daño a todo aquél que se deje. Allá
cada cual.
Pero lo que me parece muy peligroso,
pero que muy peligroso, es que, por un lado, se intente implantar un
sistema educativo en el que están ausentes las materias que enseñan
a pensar, a argumentar, a criticar; y, por otro, que aparezcan estas
actitudes que invitan a creer que hay problemas en la realidad que
tienen que ver con un ser tan peculiar como es el demonio y que se
solucionan con la intervención de una especie de hechicero que,
haciendo una serie de mojigangas, logra vencer al diablo intruso. Si
esta actitud tan bruta, tan irracional, tan primitiva cala en la
mente de una persona, será muy difícil que esa persona se ponga
luego a analizar racionalmente la realidad y a intentar mejorarla con
actitudes racionales.
Ayer nos reíamos con esta ocurrencia
de los demonios y los exorcistas. Y es lógico que a estas alturas
estas ocurrencias nos hagan reír. Pero hoy más bien me da una
mezcla de pena, de miedo y de asco. El daño que pueden hacer en las
mentes más débiles es enorme. Desde hace mucho tiempo pienso que
estos curas oficiales han perdido la fe. Hoy creo que, además, han
perdido la razón.
miércoles, 7 de marzo de 2012
Día Internacional de la Mujer. Lo que dicen los curas
Mañana es el Día Internacional de la Mujer. Reproduzco aquí la entrada publicada en este blog el 12/8/2010.
A Paloma.
Una de mis ocupaciones veraniegas consiste en acompañar a mi madre a misa, porque sola no puede ir. Asisto impertérrito a la ceremonia, observo, oigo, juzgo y callo. Pero tengo que oír cosas que resultan de muy mal gusto.
Por ejemplo, el otro día leyó el cura el pasaje del milagro de los panes y los peces. Supongo que lo conoces. Por si acaso, lo puedes leer en el evangelio de san Mateo, 15, 32. Resulta que con siete panes y unos cuantos peces, Jesucristo dio de comer "a cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños". ¿Por qué, a la hora de contar los comensales, se hace la diferencia entre los hombres y las mujeres? ¿Es que éstas son de menos importancia que aquéllos? ¿Cómo se le puede decir hoy, tal como están las cosas, a las mujeres que a ellas "ni se las cuenta", porque realmente no cuentan nada? Y el cura tan tranquilo y los asistentes, igual. Es el machismo divinizado, sacralizado por unas mentes deformadas e incapaces de descubrir qué es un ser humano. Tan ocupados están en el negocio de conseguir la otra vida que no se enteran de lo que están haciendo en esta.
El domingo siguiente, el cura de turno se quejaba de que hubiera gente que no quería que la religión tuviera una dimensión pública, sino sólo privada. Incluso, decía, hay quienes no quieren que tenga siquiera una dimensión privada, sino que no exista de ninguna manera. Son los ateos ignorantes, aclaraba. Lo que defendía el cura era el derecho a expresar la fe religiosa "íntegramente", esto es, en privado y en público.
Desde un punto de vista formal esto está bien. Entronca con el derecho de expresión y debería ser reconocido a los católicos y a todo el mundo. El problema está en que en muchas ocasiones son los propios católicos los que no admiten que otros, que no participan de su credo, puedan también, igual que ellos, expresarse y defender sus ideas. Con esto lo que hacen es autodescalificarse y mostrarse como exclusivistas, intolerantes e inhumanos, porque no defienden ni la libertad para todos ni la igualdad. O sea, un peligro.
Y desde el punto de vista del contenido, el cura defendía el integrismo, es decir, el intento de integrar la religión en la vida de la ciudad, en la política, y que sus posturas sobre el aborto, los métodos anticonceptivos, el divorcio, etc. puedan expresarse públicamente como opiniones religiosas derivadas de supuestos preceptos divinos. La particularidad está en que si alguien, de manera privada, personal, decide no abortar, pues muy bien. Allá cada cual con su vida y sus decisiones. Pero si esto se quiere manifestar públicamente es porque se quiere convencer al vecino, al ciudadano, de que también debe pensar así, con lo que su opinión religiosa se torna en política. Y así algunos pretenden volver al integrismo del siglo XIX, pariente cercano de los fundamentalismos y de las actitudes antihumanas que vemos hoy con claridad en los países que interpretan el Islam en esta clave.
Y ahora nos llega de visita el jefe de esta corriente tan peligrosa para la salud humana, que tiene que recurrir a estas medidas de marketing para intentar convencer a las mentes blandas y miedosas que buscan el sentido de esta vida en otra y que no se conforman con creerse ellos sus propios infundios, sino que quieren que todos traguen sus ruedas de molino.
Día Internacional de la Mujer. Machismo / Padres 1
Mañana es el Día Internacional de la Mujer. Reproduzco aquí la entrada publicada en este blog el 19/8/2010.
Una vez más he acompañado a mi madre a misa, ya que sola no puede ir. La parte más agradecida del hecho suele ser la de la homilía del cura de turno. A veces resulta realmente dormitiva, por el reiterado abuso de metáforas de corderos, cultivos de campos, sacrificios y demás temas casi incomprensibles hoy para la mayoría de los clientes. Pero en algunas ocasiones aparecen perlas que, aunque suelen ser verdaderas barbaridades, se convierten en un espectáculo intelectualmente insólito y, a la vez, triste, por las posibles consecuencias que podrían tener si algún oyente se decidiera a poner en práctica las consignas que oye.
En esta ocasión el tema ha sido el de la Virgen María. El argumento se basaba en que como tanto Dios Padre como Jesucristo son tan grandes y tan infinitamente de todo, resultan muy lejanos para el fiel seguidor, por lo que éste, a la hora de pedir algo, tiene la figura mucho más cercana de la Virgen, a la que puede acudir con mucha mayor facilidad. Y el cura lo explicaba diciendo que esto es lo mismo que ocurre en las familias, en las que por regla general y “por ley natural”, una vez ocurrido el parto, el padre se desentiende de la educación de los hijos y deja la relación cercana con ellos a la madre.
Dudo que la Iglesia oficial avale esta idea del cura de turno, aunque cualquiera sabe, pero sí estoy seguro de que es la que tiene en la cabeza y pone en práctica mucha gente en nuestra sociedad. Y así están los hijos y las madres. Unos, casi huérfanos, y otras, casi perdidas y abrumadas en la soledad de su injusto papel. Y, encima, el cura este viene a decirles que eso es así, “por ley natural”, esto es, sin posibilidad de que pueda ser de otra manera y casi, según ellos, por mandato divino.
Me parecería justo y saludable que se le retirara la facultad de usar el micrófono a estos curas. Hacen daño.
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