Según los teóricos de la estética
social, parece que vuelve de nuevo, si es que se fue alguna vez, el
feísmo. Sin embargo, observando muchas manifestaciones actuales en
las ropas, en la piel o en los gestos de los ciudadanos, tengo la
impresión de que lo feo es real, pero que no existe un feísmo consciente, porque
quienes participan de estas tendencias creen, en realidad, que están
instalándose en una nueva idea de belleza. El problema es el escaso
éxito que alcanzan: por el camino de lo bello llegan a lo feo.
Buenas noches.