Ciudadano: Lo público es de todos, también tuyo. Le pagas a unos políticos para que lo gestionen bien, lo mejoren, lo cuiden y lo desarrollen. Si en lugar de hacer eso, lo destrozan y lo privatizan para que alguien haga negocio, están usando el poder para quitarte lo que es tuyo. Claro que si les has votado sabiendo lo que iban a hacer, te lo mereces, pero los demás, no. Deberías pensarlo cuando tengas que pagar cada vez más facturas por lo que debería financiarse con los impuestos de todos y gestionarse bien por quien le corresponda.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
sábado, 3 de julio de 2021
viernes, 7 de mayo de 2021
¿Saben los madrileños?
¿Saben los madrileños en qué consiste la libertad?
¿Saben los madrileños las consecuencias de entender mal la libertad?
¿Saben los madrileños que más allá de uno mismo hay más personas?
¿Saben los madrileños que el fascismo llama a la puerta hablando de libertad, pero nunca de igualdad?
¿Saben los madrileños qué es el fascismo?
¿Saben los madrileños cuáles son las consecuencias de privatizar lo público?
¿Saben los madrileños lo que cuesta salir de una enfermedad seria en la sanidad privada?
¿Saben los madrileños la diferencia entre tener una situación acomodada y ser rico?
¿Saben los madrileños que el neoliberalismo crea grandes masas de pobres y un grupito de muy ricos?
¿Saben los madrileños lo que es no tener para comer?
¿Saben los madrileños en qué consiste votar pensando y no odiando?
¿Saben los madrileños a quién van a odiar ahora o esperan a que se lo digan?
¿Saben los madrileños a dónde lleva el odio?
miércoles, 21 de abril de 2021
Con la señora Ayuso es difícil ir al médico
Ayer necesitaba que me viera mi médica, así que llamé por teléfono al Centro de Salud. Después de múltiples “Diga sí o marque 1”, “Marque x” o “Marque y”, cuando al final, tras varios minutos, me conectan con el Centro de Salud, sale una voz diciendo que el teléfono al que he llamado está inhabilitado. A continuación desconecta la comunicación. Insistí, pero con el mismo resultado. Tuve que ir a que me viera un médico de guardia. Comprobé que el personal está ocupado atendiendo a las personas que acudimos allí, dado que no hay otra manera en el siglo XXI de ponerse en contacto con el Centro.
Hoy he intentado, mediante la aplicación del móvil, que mi médica me dé una cita telefónica, ni siquiera presencial. Me la da ¡para el 7 de mayo! Si la quiero presencial, no hay ninguna en los próximos 14 días.
Así se explica que esté creciendo el negocio de la sanidad privada. Así nos trata la señora Ayuso. Lo que te espera, votante de derechas que no tienes un euro, pero que odias a la izquierda, tú sabrás por qué, es tener que pedir un crédito si tienes una enfermedad importante y quieres que te atiendan pronto. La señora Ayuso destina el dinero público, los millones que le ha dado el gobierno central, no a cuidar la sanidad pública, no a incrementar las plantillas, sino a que sus amigos constructores ganen dinero y sus amigos empresarios médicos ganen dinero. Es lo que siempre ha hecho la derecha: usar el dinero público con fines privados. Me consta que los profesionales de la sanidad pública hacen lo que pueden y como pueden, pero cada vez son menos y están en peores condiciones.
Una cosa es ser de derechas y otra ser de derechas en España, ser como usted, señora Ayuso.
lunes, 10 de agosto de 2020
Una descarada desvergüenza
Madrileño: Si las cosas se vuelven a poner feas y te encuentras con que la sanidad pública no tiene material ni recursos, no vuelvas a mirar para otro lado. Observa bien ahora quién está privatizando la sanidad, quién está haciendo que sus amiguetes ganen dinero con los rastreadores o con los hospitales nuevos o con los servicios de limpieza. No te vuelvas a engañar. Tu salud y la mía les importa un pimiento a estos listos de la derecha. Gobiernan lo público, pero son incapaces de gestionarlo bien. Solo quieren desmantelarlo para que ellos ganen dinero. Una descarada desvergüenza.
jueves, 1 de agosto de 2019
Buenas noches. Vulgaridad
“No soportaba ver a Suecia dejar de ser un país de justicia social y solidaridad, para enredarse en los tentáculos del comercio. La educación se privatizaba, la salud y la asistencia médica, también. Los maestros y los médicos se convertían en empresarios, los alumnos y los enfermos, en clientes. Esos dramáticos cambios acontecían con tanta celeridad que ni siquiera llegaban a volverse historia. No quedaban registrados en ningún lado. Yo no tenía tiempo de adaptarme. Envejecía en un mundo que me parecía cada vez más ajeno. La nueva realidad moral me ofendía personalmente. Todo se compraba y todo se vendía. Ah, no. Esa vulgaridad no me representaba”.