Son más de 200 obras de un número altísimo de autores en los que por primera vez se analizan la influencia de la guerra en los artistas, pero también la que sorprendentemente ejercieron los artistas sobre la guerra, derivada de las vanguardias que inundaban el panorama artístico inmediatamente anterior al tremendo episodio bélico.
Era una situación curiosa la que se vivía entonces. Muchos intelectuales estaban cansados y hartos del hombre antiguo y deseaban la aparición de un hombre nuevo cuyo deseo de llegada se representa frecuentemente con la figura del caballo galopando. Pueden verse las magnificas obras en torno a la figura del caballo de Kandinsky, Franz Marc, Souza-Cardoso y la preciosa de Umberto Buccioni. La guerra era el camino mediante el cual se confiaba que llegara el hombre nuevo. La siguiente obra Montañas, de Franz Marc, muestra un camino tortuoso, al final del cual aparece el sol, la meta, el nuevo hombre.
La primera Guerra Mundial fue la que inauguró un estilo de lucha en el que ya no era necesario el cara a cara. El hombre ya no pelea contra el hombre, sino que ahora luchan las máquinas y mueren los hombres de manera impersonal. El soldado se pasa larguísimas temporadas en las trincheras para morir sin saber quién le ha disparado. El poder de la máquina fue plasmado en la pintura por el futurismo, el vorticismo y el cubismo. De todos ellos hay grandes muestras en la exposición.
Más romántica la de la Fundación Caja Madrid y más amplia y dura la del Museo, ambas son dignas de verse con calma y con una audio-guía que ayude a sacarle más placer a la experiencia.
Estarán abiertas hasta el 11 de enero, de martes a domingo y de 10 a 19 horas la del Museo y de 10 a 20 la de Caja Madrid. Ésta es gratuita, pero la del Museo vale 5 €.
Más información en http://www.museothyssen.org/ y en http://www.fundacioncajamadrid.es/
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