lunes, 17 de junio de 2013

Buenos días. Leer poesía


Nada más ajeno a la poesía que la velocidad. Ni el poeta puede crear con la rapidez con la que vivimos en este mundo ni el lector puede captar la poesía si las prisas son las que condicionan su relación con el poema.

Leer poesía en público es interpretar el dificilísimo papel de intermediario entre el texto que el poeta ha querido escribir y la persona que recibe ese texto y siente el deseo de adentrarse en él. La resultante de ese cruce de caminos debe ser, creo yo, la actuación del lector con un ritmo que mire, sobre todo, al oyente, que tenga siempre presente el deseo de éste de entender el poema que está sonando en sus oídos, que sea capaz de crear el clima que requiere el poema y que muestre un sentido del silencio que permita resaltar el valor de las palabras. El lector, a fuerza de saborear las palabras, debe mostrar al oyente que eso es realmente posible.

Te dejo hoy un poema de Ángel Guinda, de su libro (Rigor Vitae).

El secuestro 

La vida es un secuestro. 

(Desconfía de un final feliz.No hay rescate posible.) 

La soledad se condensa. 

Cada vez menos luz. 

Todo acaba siendo páramocubierto de absurdo rocío negro. 

)Mucho miedo y ninguna esperanza( 

¡Nunca hemos visto al Secuestrador!

Que tengas un buen día.

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