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lunes, 29 de mayo de 2017

Buenas noches. Sala de esperanza



Sala de espera de una consulta médica. Sala de esperar. De esperar ¿qué? Unos esperan que les curen sus dolencias ya diagnosticadas; otros, que les quiten sus síntomas; otros, que les digan que no tiene nada; otros, que les den una mala noticia. Sala de incertidumbres. Sala de no perder los ánimos. Debería llamarse Sala de esperanza. 

Buenas noches.


lunes, 15 de abril de 2013

Buenas noches. Incertidumbres




Hay que vivir el presente de la mejor manera que se pueda, disfrutando y haciendo disfrutar en la medida de lo posible. El futuro siempre está ahí delante, pero el futuro debe hacer crecer el presente, nunca deteriorarlo o frenarlo en su avance. Eso es lo que hacen las incertidumbres, vaciar el presente de posibilidades y amargar la existencia. Es difícil aprender a vivir con las incertidumbres, pero conviene hacerlo por salud y por no perder la alegría vital. Ayudar a los demás en sus incertidumbres es una de las obras humanas de mayor calidad que se pueden hacer.

Hay cosas, sin embargo, bien ciertas. Por ejemplo, que si instalas una sonrisa en tus labios, dormirás mucho mejor. Que si eres consciente de que hoy ha sido un buen día en algunos aspectos, al menos, te entrará una cierta paz. Que si repartes cariño, te sentirás humano. Hoy tiene que llegarnos a cada uno una nube inmensa, bien cargada, generada por el calor de la primavera, que ya está aquí, y por el calor de tu cariño, que también. Buenas noches.  

martes, 25 de septiembre de 2012

Buenos días. Incertidumbre




A T.S.

Es verdad que, aunque procuremos no pensar en ello, vivimos nadando como podemos en el mar de la incertidumbre. Mis opiniones puede que sean acertadas o no. Mis previsiones se cumplirán o no. Lo que ha venido ocurriendo hasta ahora seguirá ocurriendo o no. Lo que hago estará bien o no. Sólo hay una idea de la que puedo estar absolutamente cierto: de que me voy a morir.

Tres conclusiones: Una, si ciertamente me voy a morir, tengo la necesidad, la urgencia de vivir la vida, de sacarle a cada día todo el jugo vital que pueda. Los días son irrepetibles y las vivencias dentro de ellos, también. Otra, si la incertidumbre está metida, lo queramos o no, en nuestras vidas, conviene que aprenda a vivir con ella. La incertidumbre asumida me debería alejar del desagradable terreno de la chulería, de la soberbia, de creer que las opiniones son verdades únicas y universales. Debería tener presente que la vida es muy compleja, que las simplezas son inventos de los débiles y de los ignorantes para sobrevivir, que la humildad es la primera condición de los sabios y que los sabios no son los que saben mucho, sino los que son conscientes de que el número de incertidumbres es mucho mayor que el de esas probabilidades que la gente suele vivir como certezas. Y la última. Es posible que esto que digo sea así. O no.