Hay que vivir el presente de la mejor
manera que se pueda, disfrutando y haciendo disfrutar en la medida de
lo posible. El futuro siempre está ahí delante, pero el futuro debe
hacer crecer el presente, nunca deteriorarlo o frenarlo en su avance.
Eso es lo que hacen las incertidumbres, vaciar el presente de
posibilidades y amargar la existencia. Es difícil aprender a vivir
con las incertidumbres, pero conviene hacerlo por salud y por no
perder la alegría vital. Ayudar a los demás en sus incertidumbres
es una de las obras humanas de mayor calidad que se pueden hacer.
Hay cosas, sin embargo, bien ciertas.
Por ejemplo, que si instalas una sonrisa en tus labios, dormirás
mucho mejor. Que si eres consciente de que hoy ha sido un buen día
en algunos aspectos, al menos, te entrará una cierta paz. Que si
repartes cariño, te sentirás humano. Hoy tiene que llegarnos a cada
uno una nube inmensa, bien cargada, generada por el calor de la
primavera, que ya está aquí, y por el calor de tu cariño, que
también. Buenas noches.