Por error, incluí en la última
entrega una propuesta para analizar una norma sobre el uso de los
teléfonos móviles que ya había sido analizada aquí. Por eso vamos
a sustituirla por la siguiente:
“En los bares,
panaderías y tiendas en las que se vedan alimentos, hay que extremar
la higiene”.
Esta es una norma jurídica que
aparece en diversas normativas y que exige que los trabajadores de
este gremio posean, entre otras cosas, una vestimenta adecuada y un
carné de manipulador de alimentos.
¿Es también una norma moral? Como
siempre, hay que ver en qué valores se puede basar esta norma
para que se justifique racionalmente si es moral o no. Parece claro
que el gran valor que aparece aquí es el respeto al cliente,
para que lo que compra se lo tome o se lo lleve en las mejores
condiciones posibles.
Si yo estoy convencido de que debo
respetar al cliente y no darle un producto malo o en malas
condiciones a cambio de su dinero, me debo sentir obligado a cumplir
esta norma. Cumple, pues, la primera condición, la de la
autoobligación.
Parece también razonable que sería
mejor que todos cumplieran esa norma, por lo que también cumple la
condición de la universalización.
Si yo cumplo esa norma porque me parece
buena, será algo que yo hago de forma desinteresada,
incondicional, por lo que se cumpliría también la tercera condición
y la norma podría considerarse como una norma moral.
Sin embargo, si yo cumplo la norma, no
porque me parezca en sí misma buena, sino para procurar mantener
la clientela y que me vaya bien el negocio, entonces estoy
cumpliendo la norma por un interés mío, para obtener algo a cambio.
En este caso, aunque esté bien que se cuide la higiene de los
alimentos, la norma no sería una norma moral, sino una mera
técnica comercial. El trabajador que actuase así no estaría
actuando moralmente, sino como un negociante interesado. La
diferencia está en la motivación con lo que uno hace lo que
hace.
Tengo la impresión de que en nuestra
sociedad esta norma se cumple mal y poco, que la ley no siempre se
cumple y que, como en tantas otras facetas, la moral está ausente.
Si vamos a varias panaderías, observaremos que fácilmente que en
más de una nos darán el pan con la misma mano con la que toman el
dinero que le damos, lo cual está prohibido, aparte de que supone
una enorme falta de respeto al cliente. En los bares he observado
últimamente conductas impresentables que algunos camareros ejecutan
con sus manos y que no detallo aquí por no producir asco al lector.
Me parece que la atención al cliente pasa por horas bajas en este
país y que el neoliberal 'Todo vale' impera también en estas
actividades, como si la ética y la ley pesaran poco en las
conductas.
Para una próxima ocasión te propongo
que pienses si puede ser moral o no la siguiente norma:
“La mujer debe obedecer
al marido”
Espero que encuentres argumentos a
favor o en contra de esta norma que justifiquen tu postura.