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sábado, 23 de diciembre de 2017

Buenos días. Velocidad




Estamos interiorizando y normalizando la velocidad en todo, como si no fuera posible otra manera mejor de vivir. 

Buenos días.

viernes, 28 de julio de 2017

Buenas noches. Equipaje



El equipaje revela nuestra manera de vivir. 

Buenas noches.


miércoles, 4 de febrero de 2015

Buenas noches. Maneras de andar



Hay quienes van dando zapatazos a la vida. 

Hay otros, más finos, que pasan de puntillas sobre ella, como para no mancharse los zapatos. 

Y hay otros que van andando procurando que su paso sea firme, para que tanto la vida como ellos mismos se enteren bien de por dónde van. 

Buenas noches.


martes, 9 de diciembre de 2014

Buenas noches. Dos maneras



El chulo, siendo pequeño, aspira a aparecer como grande. El vacío se ha apoderado de él.

El humilde, siendo grande, se considera pequeño y procura llenar su vida sin necesidad de aparentar nada.

Son dos maneras de entender la vida. O de no entenderla.



Buenas noches.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Buenos días. Maneras de vivir





Yo creo que la vida no se hizo para vivirla de cualquier manera. Tampoco para que hubiera sólo una forma de vivirla. Cada uno tiene que buscar y encontrar la manera de vivir su propia vida. Es una tarea diaria que acaba con la muerte. Buenos días.

lunes, 6 de junio de 2011

Pensar o no pensar



Decía Sastre que lo peor es haber pensado, porque con el pensamiento descubres el horror del mundo, la maldad humana, el infierno terrenal, lo poco que eres y lo problemática que es la vida.

Sin embargo, es peor aún no pensar. Si no piensas, estás muerto en vida.

¿Quién creyó con tanta ingenuidad que vivir era fácil?

viernes, 29 de octubre de 2010

Maneras de vivir




Hay muchas maneras de vivir y tú eliges una. ¿Con qué criterio lo haces? Hay quien quiere elegir por ti y quiere imponerte el criterio de la tradición: sólo cabe hacer lo que se ha hecho siempre, aunque no sepas por qué lo debes hacer.

Vale más el criterio del respeto. Haz lo que entiendas que debes hacer sin más restricción que la de respetarte a ti y a los otros como seres humanos que somos.

Sólo de esta manera podrás ser tú.

lunes, 2 de agosto de 2010

Maneras de vivir / 2


Hay quienes permanecen en el negocio como estilo de vida: te doy para que me des. Es una forma muy primitiva de vivir y produce escasa felicidad, pero muchos es lo único que conocen. Unos pocos han visto en la generosidad una manera distinta y más satisfactoria de vivir: te doy, aunque tú no me des. El número de estos es cada vez más escaso y están desmoralizados.

jueves, 13 de mayo de 2010

Maneras de vivir


Hace un tiempo me fui una tarde con Y. a dar una vuelta por Madrid. Estuvimos por la calle de Fuencarral, llena de vitalidad y de colores, y terminamos en la calle de Pelayo, en Chueca. Cada vez me gusta más esta zona. Se respira libertad en ella, se vive con gozo la variedad, se palpa la igualdad y se siente uno metido en la civilización.

En la calle de Pelayo entramos en una especie de tasca sin pretensiones estéticas llamada Baco y Beto. He leído que muchos asiduos a ella prefieren que no se dé a conocer su existencia para que no se llene más de lo que se llena. Tomamos unas berenjenas, unas tostas de calabacín con cebolla caramelizada y un espectacular queso canario de El Hierro a la plancha, servido con una mermelada, que estaba realmente delicioso. El local es pequeño, con unas cuantas mesas con sillas, todas ellas diferentes, y un par de mesas altas que funcionan como diminutas barras. El espacio entre ellas es escaso y el que se siente en uno de los taburetes situados a su lado puede descansar la espalda en la pared. En esa misma pared hay unas perchas para colgar la ropa, pero, si lo haces, molestas a quien está sentado debajo. Eso fue lo que me hizo estar todo el rato con mi chaqueta doblada sobre las piernas, cosa que fue sólo un poquitín molesto.

De allí fuimos a dar un paseo, a practicar el fructífero deporte de mirar, y terminamos en el que sin duda es uno de los grandes bares de copas de Madrid, el Del Diego, en la calle de la Reina. Fernando del Diego, su propietario, trabajó 32 años con Perico Chicote y ahora es uno de los grandes artesanos del cocktail. Allí he descubierto marcas que desconocía y que me han resultado muy gratificantes, como el whysky Canadian Club o la ginebra Blackwood, escocesa y de enorme sabor. Nos situamos para tomar unos espléndidos gin tonics en la zona de la barra más cercana a una pared, en la que había también, como en Baco y Beto, unas perchas para colgar la ropa. En un momento dado se acercó una joven, que antes, con mucho desparpajo, había logrado introducirse en 20 centímetros de barra que había libre, hasta desplazar al que estaba allí tomándose su copa, y colgó su chaqueta en una de las perchas, justo en la que estaba sobre la cabeza de Y., de forma que la prenda le caía desagradablemente encima. Le dijimos que aquello molestaba, a lo que nos respondió con bastante sequedad que las perchas estaban para colgar la ropa. Y se fue y, como si no pasase nada, siguió a lo suyo.

Tengo la impresión que hay perchas que están para que determinadas personas cuelguen su molesta ética.