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jueves, 16 de diciembre de 2021

Pobres

 


Uno de los grandes problemas humanos y el principal problema político es el de lograr que los pobres dejen de ser pobres. El resto de problemas -algunos sumamente importantes- hay que solucionarlos también, pero es que los pobres son muchos, y muchos son cada vez más pobres. Cómo hacer que los ricos sean cada vez más ricos no es un problema político. Es un problema.


martes, 27 de abril de 2021

Por razones éticas




 Nadie pide que no se tenga en cuenta a la ultraderecha por razones políticas, sino por razones éticas: por discriminar a las personas de otras etnias, a las mujeres, a los mayores, a los extranjeros y a quienes les interesa, por no respetar a los otros, por usar el bulo y la mentira, por defender la violencia y por ser antidemócratas. No se puede tratar a los seres humanos como pretenden ellos. Esto de la ética no lo entienden las derechas ni les interesa entenderlo.

martes, 3 de noviembre de 2020

Dicho en el pasado. Evolución




3 de noviembre de 2013

 La madre Naturaleza, en su infinita sabiduría y siendo plenamente consciente de que el objetivo primordial de su quehacer era la felicidad de cada uno de los seres humanos, diseñó un mundo en evolución. En él, las orejas de todos los individuos se fueron adaptando a los auriculares de todos los aparatos sonantes, los dedos se fueron amoldando a las teclas del teléfono móvil, la piel fue aceptando cada vez más tatuajes y piercings hasta que ya no parecía piel, se inventó el borde del asiento de enfrente, en el autobús o en el tren, para que se pudieran poner en él las suelas de los zapatos e ir así más cómodos, la televisión nos permitió ver lo que había lejos, sin necesidad de pararse a ver lo que había cerca, la ética fue perdiendo posiciones para que no hubiera que cumplir sus normas y algunos estuvieran seguros de que así se realizaban, el trabajo de unos se fue considerando paulatinamente como el mecanismo idóneo para que otros obtuvieran beneficios, se comprendió que el sentido de los árboles era que fueran talados y que el de las flores fuera pisarlas para que algunos humanos se sintieran superiores, los animales fueron puestos a disposición del gozo y la distracción de quien quisiera hacerlo, se creó la velocidad para ir con más rapidez hasta el fin, los sonidos fueron dando lugar a los ruidos, la política fue dejando paso a la economía, los valores cayeron ante el dinero y se originaron las privatizaciones para que unos pocos listos se pudieran hacer ricos con relativa facilidad. A veces parecía que la Naturaleza fuese divina. Buenas noches.

miércoles, 31 de julio de 2019

Buenas noches. Vencer




Es un absurdo que veo en la familia, en la sociedad y en la política: el deseo de vencer, en lugar de convencer. 

Buenas noches.

viernes, 15 de febrero de 2019

Buenas noches. Romanticismo




El romanticismo fue un movimiento filosófico, literario y artístico que tuvo su auge en toda Europa en la primera mitad del siglo XIX. Reconocía esta corriente que el valor fundamental de la vida era el sentimiento, considerado como una fuerza infinita que podía dominar el mundo. El sentimiento era una actividad libre, sin que hubiera nada le pudiera poner límites, y se manifestaba básicamente en el arte y en la religión. Esta sobrevaloración del sentimiento iba en detrimento de la ciencia y, en general, de cualquier actividad racional.

Desde este florecimiento habido en el siglo XIX, el romanticismo ha tenido periodos de auge y de decadencia, pero siempre ha estado presente en la historia de la humanidad reciente. El arte, con mayor o menor acierto, ha mantenido siempre encendida la llama del romanticismo. Igualmente lo han hecho las religiones, incapaces de dar una explicación racional a sus postulados. Lamentablemente la concepción más popular del amor ha adoptado también este cariz sentimental, ignorando los elementos racionales que son indispensables en cualquier relación humana íntima. Y últimamente la política más demagógica parece haberse apuntado al estilo romántico, apelando exclusivamente a los sentimientos y las emociones de los ciudadanos y huyendo de dar argumentos racionales entendibles y comprobables por cualquiera. Los diversos nacionalismos, los populismos de cualquier signo y las propuestas que huyen de lo concreto y que se refugian en grandes palabras vacías de racionalidad son muestras de un romanticismo que hoy resulta preocupantemente dañino. 

Buenas noches.


domingo, 11 de noviembre de 2018

Buenas noches. Negocios




Una de las características de este mundo -o lo que sea- actual que más me desgarra la mente es que todo se está convirtiendo en un negocio. El amor se entiende con demasiada frecuencia como un negocio. La cultura es tratada como un negocio. El ocio, que comenzó siendo lo contrario del negocio, ha caído también en las redes de su oponente. La política se desenvuelve demasiadas veces no en clave de pacto, sino en la de negocio agresivo. El triunfo en la vida se entiende cada vez más como el triunfo en algún negocio. Esta sociedad necesita vendedores de amor, de cultura, de ocio, de política, de cualquier cosa para que triunfen los negocios. Las calles, la televisión o internet están rebosantes de oportunidades de negocios. El solitario que se pare y observe el paso de la comitiva de los negociantes se dará cuenta de que las orillas del camino quedan llenas de valores humanos maltrechos, que no se pueden comprar ni vender. 

Buenas noches.

sábado, 27 de enero de 2018

Buenas noches. ¿En qué orden?



La política es el arte de hacer posibles las mejores soluciones para los problemas de los ciudadanos de una sociedad.

La ética es la elección libre que cada ciudadano hace en conciencia de las mejores normas para que rijan todas las relaciones que establece con los demás ciudadanos en una sociedad.

La legalidad es el conjunto de normas legales, a cuyo cumplimiento obliga el Estado, que se dan democráticamente los ciudadanos para regular sus conductas individuales y colectivas.

¿Alguna de las tres debe considerarse como fundamento de las otras? 

¿Puede la política considerarse más importante que las otras dos?

Buenas noches.


viernes, 27 de octubre de 2017

¿Qué hacer ahora?



No deberíamos confundir a los ciudadanos con los políticos, ni al pueblo con sus gobernantes.

No deberíamos odiar.

Deberíamos intentar unir y no separar.

No deberíamos dejarnos llevar sólo por los sentimientos.

Deberíamos todos respetar las leyes.

No deberíamos tomar ejemplo ahora de lo que nos dicen estos gobernantes que es la democracia, ni la política, ni los valores.

Deberíamos renovar nuestro fondo de armario moral.

No deberíamos estar sólo tristes, sino preocupados y reflexivos.

Deberíamos tener, a pesar de todo, esperanza.

Deberíamos esforzarnos por ser prudentes.

Deberíamos huir del cinismo, de la cerrazón y de lo innoble.

Deberíamos dialogar urgentemente.

sábado, 9 de septiembre de 2017

Buenas noches. Lo que veo / y 3



Si a esta sobrevaloración de los sentimientos, en detrimento de una razón que analice la realidad y que nos dé argumentos para explicarnos lo que ocurre, le añadimos el lema que con tanto éxito ha instaurado entre nosotros el neoliberalismo dominante, eso de que 'Todo vale', la mezcla resultante es tremendamente eficaz para desintegrar una sociedad que pueda resultar humana e ilusionante.

Te sugiero que analices desde este punto de vista cualquiera de los fenómenos que ocurren en el panorama político mundial y español. Intenta leer buena prensa y escuchar buena radio, a ver si encuentras alguna 'razón' que explique cualquiera de las medidas que está tomando Trump. Haz lo mismo con King John-un, o con las medidas económicas restrictivas tomadas en España y en otros países y sus terribles resultados, o con las medidas que toman por su cuenta Rajoy y los de su cuerda, o con los sucesivos y ruborizantes apoyos de ciertos votantes a partidos políticos podridos por la corrupción hasta las trancas, o con las inauditas actuaciones de ciertos independentistas en Cataluña, o con cualquier fenómeno que se te ocurra. Yo no veo racionalidad por ninguna parte y sí observo, en cambio, una exaltación de sentimientos, de apetitos, de deseos o hasta de obsesiones. Y como nadie entre nosotros se preocupa de que pensemos, de que analicemos y de que argumentemos racionalmente nada, tendemos a reproducir lo que vemos y nos vamos dejando llevar poco a poco por nuestras apetencias, por lo que sentimos o por lo que vemos, sin que preguntas como ¿por qué? ¿cómo? ¿está justificado? ¿qué consecuencias tendrá? o ¿y después qué? nos aparezcan en la mente y nos empujen a intentar contestarlas.

Fíjate, si te parece, en el estilo que muestran los grandes espacios de la televisión, en el papel que ocupan en la sociedad el fútbol y los deportes mayoritarios, en la evolución de los planes de estudios, de los que desaparece cualquier materia que nos invite a pensar. Quieren exaltar nuestros sentimientos, quieren que suframos, que nos emocionemos, que nuestros apetitos estén siempre alerta, que situemos la apariencia sensible por encima de cualquier otro criterio, pero no quieren que pensemos, no sea que nos empecemos a explicar lo que ocurre y algún día intentemos cambiar de verdad el mundo. Son malos tiempos estos para el ser humano y para la racionalidad.


Buenas noches.

martes, 27 de junio de 2017

Buenas noches. Objetivos



La política intenta organizar el mundo. 
La filosofía procura entenderlo. 
La ética pretende hacerlo más vivible. 
La religión alivia los miedos. 

Buenas noches.


martes, 24 de enero de 2017

Buenas noches. Ética



El orgullo, la soberbia, los deseos discriminatorios, la ausencia de respeto, la codicia, los intereses particulares, todo lo que caracteriza a la derecha conservadora y retrógrada degrada la política y la convierte en un negocio público, más o menos disimulado, pero que todos podemos ver. El problema de fondo no es tanto que la política sana y democrática quede destrozada, sino que lo que queda hecha trizas es, una vez más, la ética, que, se quiera o no, es el alma de la sociedad. Y, con la ética, el ser humano. 

Buenas noches.

domingo, 24 de julio de 2016

Buenas noches. La mentira




La mentira nos amenaza por todos los rincones. Hay mentira en las calles, en las informaciones, en la televisión, en los vestidos, en el maquillaje, en lo que se vende, en la política, en las religiones, en las declaraciones, en las palabras, en las interpretaciones, en el arte. La mentira, como un dios de nuestro tiempo, está en todas partes.

Buenas noches.

jueves, 14 de abril de 2016

Buenas noches. Odio



Anoche tuve la oportunidad de ver en un bar los cinco últimos minutos del partido de la Champions entre el Atlético de Madrid y el Barcelona. Me fijé mucho en los clientes que observaban el partido por televisión. No vi pasión por el fútbol ni alegría por el buen juego ni por el resultado. Lo que vi fue odio. No manifestaban tanto el placer por la victoria de un equipo, sino odio hacia el otro. Contemplé varios cortes de mangas espectaculares, largos, vividos, llenos de nervio y de fuerza cuando un jugador fallaba un chut a puerta. Los envíos con referencias al culo de algún protagonista estaban llenos de vigor y de poderío, como si se desease que la toma tuviese lugar bien lejos. El resultado final fue celebrado con todo tipo de insultos e improperios hacia el equipo perdedor, como si en vez de jugadores de fútbol fueran delincuentes vestidos de corto. Si esto es lo que saca el fútbol de los adentros del ser humano, es que el ser humano tiene la mente hasta las trancas de porquería. Allí no parecía que hubiera defensores del fútbol ni de un equipo, sino rabiosos atacantes al equipo perdedor, de cuya derrota se alegraban con un entusiasmo feroz.

Esto me ayudó a entender algunas opiniones sobre política que veo también con demasiada frecuencia. Creo que son muchos los ciudadanos que no defienden una opción política, ni la votan por lo que proponga, sino que, aunque lo que dicen y hacen vaya en su contra, atacan con sus palabras y con sus votos al adversario, al que consideran un enemigo. El odio sale en el fútbol, en política y en cuando se deja alguna puerta abierta. ¡Cómo me gustaría que algunos ciudadanos me dieran su justificación ideológica, racional, de por qué votan a un partido! ¡Qué difícil lo veo! Creo que aquí seguimos yendo a la contra, sin defender unas ideas, ni siquiera descalificando las ideas del adversario, sino descalificando al propio adversario, odiando a los otros. ¡Y luego queremos pactos!

Me parece que sería muy bueno una limpieza a fondo de nuestras mentes.


Buenas noches. Besos y abrazos.

viernes, 26 de febrero de 2016

Lo que veo



Yo creía que el deseo de acabar con el bipartidismo respondía a una intención de abrir el abanico ideológico español a nuevas opciones, con las que habría que lograr tanto gobiernos con mayor representación, como pactos estables, en los que hubiera acuerdos en asuntos básicos y comunes.

Pronto me di cuenta de que esto no era exactamente así y que lo que comenzaba a aparecer eran ciertas actitudes exclusivistas, que se consideraban portadoras de la única solución posible y que descalificaban cualquier otra opción que no fueran las suyas. Estas intenciones, situadas a ambos extremos del espectro político, no veo que logren expresar con claridad un deseo de establecer pactos, sino, más bien, algo así como la intención de llevar a cabo la imposición de los propios criterios, aunque para ello los demás tengan que doblegarse o desaparecer del mapa. Ya hemos tenido ocasión de vivir esta actitud desde el gobierno de la derecha durante cuatro años, con la herencia de destrucción que nos ha dejado, y ahora parece que desde el otro extremo se apuntan maneras en el mismo sentido.

No veo la menor intención de pactar en algunos sectores. Por poner un ejemplo, ¿se imagina alguien un pacto educativo en España, en el que participaran el PP y Podemos, además del resto de partidos? Yo, tal como están las cosas en la actualidad, no.


Roto el bipartidismo, me parece que lo que hay que plantearse en serio es si queremos una especie de gobierno de coalición, en el que entren todos, aportando y cediendo, y en el que vayamos avanzando todos, aunque sea poco a poco y trabajosamente, o si queremos una especie de revolución que, si es lenta, será, con la dispersión actual, a costa de que siga gobernando la derecha, y si es brusca, no quiero ni imaginarme en qué pueda consistir. Puede que esté equivocado, pero esto es lo que, con preocupación, veo.

martes, 1 de diciembre de 2015

La vejez y el debate




A fuerza de no pensar nos vamos quedando atrás, nos estamos volviendo viejos antes de tiempo, perdemos criterios, desaparece nuestra capacidad para evitar que nos engañen, nos confundimos con frecuencia de enemigos y vamos creando un mundo viejo, lleno de viejos de cualquier edad y con rutinas viejas, vacías de ideas y carentes de todo futuro.

Los viejos no suelen saber. Se pararon hace tiempo en lo que les venía bien y ahí se quedaron. Hablaba no hace mucho tiempo con un constructor muy rico y me decía que invertía en inmuebles todas sus ganancias. A mi pregunta de por qué no invertía en bolsa o en fondos, cosa que podía ser muy rentable para él, me contesto diciendo que él de eso no sabía nada y que prefería moverse en el terreno que conocía. Me pareció que se había parado en cuanto sus intereses se vieron satisfechos. Hoy, sin embargo, es menos rico y no tiene un futuro de crecimiento a la vista.

Algo parecido está pasando en la política. Si Rajoy hubiese ido al debate de ayer, hubiese quedado descolocado, no tanto por su edad biológica, sino por su mentalidad vieja frente a lo fresco que ofrecían los otros tres. Fresco no quiere decir necesariamente mejor, pero al menos era algo diferente, en muchos casos, que merecía la pena considerar. El mismo Rajoy, que suele ser muy simple en lo que dice y mucho menos simple en lo que a veces hace, lo reconocía diciendo que él va sólo a los debates de toda la vida. Como siempre que habla Rajoy, esconde tras sus palabras razones más reales. Encubría, a mi entender, el miedo a la osada juventud, a lo diferente, a que le saquen las vergüenzas en público o a que le consideren como uno más, siendo él lo que es. Y esconde también, según lo veo yo, el rechazo que un estilo verticalista, impositivo, cauasidictatorial, como el suyo y el de numerosos miembros del PP, siente ante un debate con quienes a veces le adelantan en las encuestas y que pueden ir a las raíces más reales de los problemas.

Yo creo que esta es una de las claves de que, a pesar de la cantidad enorme de mentiras que han soltado Rajoy y los suyos desde que aparecieron, de los destrozos que han realizado en sectores tan cercanos a los ciudadanos, como la sanidad, la educación o las pensiones, de las contradicciones tan sangrantes que ha sufrido el país -dicen que van a bajar los impuestos, pero luego los suben-, a pesar de todo ello, esta actitud mandona, ordenante, totalitaria que exhibe Rajoy es la que conecta con un electorado que se dice demócrata, pero que ha perdido su capacidad crítica, se ha olvidado de la posibilidad de descubrir que le están manejando y se entrega, pase lo que pase y aunque le perjudique, a quien le va a obligar a hacer lo que él quiera. Decir que se es demócrata, pero vivir con tics dictatoriales es más común de lo que creemos en nuestro país. Hay una vejez difícilmente superable.



martes, 15 de septiembre de 2015

Ética y política. El Toro de la Vega



¿Qué habrán estado pensando los regidores del Ayuntamiento de Tordesillas cuando han autorizado la celebración de esa pseudofiesta, impropia de seres humanos sensatos, en la que se ha alanceado hasta la muerte al llamado Toro de la Vega?

Es verdad que estos ediles han sido votados por los ciudadanos y se supone que en el programa electoral correspondiente estaría incluida la celebración de la citada agresión brutal a un animal.

Es verdad también que la política y la ética son distintas. La política es el arte de organizar la sociedad de forma que resulte lo más justa posible para los ciudadanos. La ética, en cambio, es una opción personal que uno hace para organizar su propia vida de acuerdo con unos valores que considera que son los más importantes. Son dos asuntos, pues, bien distintos.

Lo que en este lamentable caso parece que queda en tela de juicio es la ética de cada uno de los concejales responsables de la organización de este desgraciado y degradante espectáculo. O sus opciones éticas están de acuerdo con sus decisiones políticas o, por el contrario, valoran más el poder que les da la política que sus criterios éticos. Si en la ética de cada uno de ellos tuvieran algún peso el respeto a los animales y el no recurrir al sufrimiento gratuito de los animales para que se diviertan gentes brutas, o si consideraran que las tradiciones, por sí mismas, no justifican nada, entonces ya habrían dimitido impulsados por su propia ética. Si no lo han hecho, será porque están de acuerdo con este disparate sangriento que han apoyado o porque piensan que el poder es lo más importante y que todo lo demás -incluida su propia ética- queda supeditado a él.

Hay algo muy serio por debajo de todo este espectáculo de políticos inmaduros e inhumanos que hacen lo que les da la gana, lo que más les conviene, y que dan ejemplo de comportamientos indignos a los ciudadanos: ni el poder ni la política son los criterios más importantes en la vida de un ser humano que usa su razón para vivir. Lo que nos hace humanos es la ética. Una política que no esté inspirada en criterios éticos no generará una política justa ni una sociedad en la que los seres humanos puedan desarrollarse como tales. Por debajo de la política, inspirándola, está la ética de los políticos que la ejercen. Si esta ética no es razonable ni buena, los políticos no actuarán bien y la política resultante será rechazable.


Esperemos que se acabe pronto con este disparate, que lleva ya demasiados años celebrándose, como es el desgraciado Toro de la Vega.

domingo, 5 de julio de 2015

Buenas noches. Preocupaciones



Me preocupa la complejidad que está adquiriendo la vida. Cualquier fenómeno, cualquier suceso, por pequeño que sea, es la consecuencia de un sin fin de elementos que se concreta en algo que nos aparece revestido con la siempre atractiva y seductora apariencia de lo simple.

Me preocupa también la dificultad que tenemos para pensar intentando conseguir una cierta objetividad. Huimos de la difícil tarea de enfrentarnos con esa complejidad que está en la naturaleza de todo y caemos en la simplificación fácil, en el reduccionismo y en una supuesta clarividencia con las que me parece que falseamos nuestra interpretación de la realidad sin darnos cuenta de lo que hacemos. Con frecuencia confundimos nuestros deseos con la realidad o tomamos sólo los datos que nos gustan, prescindiendo de los que no nos encajan. Los poderosos nos ocultan siempre información, pero parece que nosotros no lo sabemos y que somos capaces de verlo todo, cuando en realidad sólo nos dejan ver una parte.

A mí me cuesta mucho trabajo pronunciarme sobre demasiados aspectos de la realidad y, sin embargo, veo a una multitud de bienaventurados que lo hacen con suma facilidad. Gozan de una capacidad que yo, desgraciadamente, no poseo.

Y, a todo esto, la economía sigue dominando el mundo, aunque nosotros estemos entretenidos hablando de política. 

Buenas noches.

sábado, 23 de mayo de 2015

Buenos días. Acto político y ético




Mañana, cuando votes, no pienses sólo en ti, en lo que te venga mejor a ti. Piensa en lo que nos venga mejor a todos. Que tu acto político de votar no sea un mero episodio egoísta, sino que se convierta en un generoso acto ético de búsqueda del bien de la mayoría. 

Buenos días.

viernes, 17 de abril de 2015

El proyecto político necesario



España ---- EsPPaña ---- España

Recomponer lo destrozado.
Devolver lo sustraído.
Culturizar lo degradado.
Repartir lo acumulado.
Igualar lo desequilibrado.
Liberar lo oprimido.
Limpiar lo ensuciado.
Normalizar lo desordenado.


miércoles, 4 de marzo de 2015

Buenas noches. Batallas




Si en lugar de ir contra los partidos políticos, defendiéramos las propuestas que fueran realmente en beneficio de todos y lucháramos con argumentos contra las que se encaminan a conseguir fines particulares o perfectos disparates, la sociedad estaría organizada de otra manera y todos viviríamos mejor. 

Hay guerras que no dejan ver las verdaderas batallas. 

Buenas noches.