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miércoles, 5 de diciembre de 2012

Lo que se ve. Amnistía fiscal




No entiendo bien la mecánica de la llamada amnistía fiscal. Esta maniobra impresentable que ha puesto en circulación este macabro Gobierno no tiene justificación posible, desde el punto de vista ético, pero ya se sabe que a estos pájaros eso les da igual: de ética no quieren saber nada ni quieren que los demás sepamos nada tampoco. 

Pero, en la práctica, no entiendo cómo son capaces de cuantificar el dinero que debían haber pagado los defraudadores. No acierto a ver cómo se puede saber esa cifra sin conocer quiénes son los defraudadores. 

Y si esto es así, tampoco sé cómo es posible que no se lleve a cabo una acción de la Agencia Tributaria contra ellos, lo cual evitaría mucho sufrimiento entre los ciudadanos con menos dinero, que sí cumplen sus deberes fiscales y que lo están pasando mal por culpa, entre otras cosas, de los impagos de estos ricachones. Sería, por otra parte, un gran ejemplo para la población, que vería que los inspectores de Hacienda están ahí y que se vigila el cumplimiento de las leyes por todos los ciudadanos, no sólo por los más débiles. 

Me gustaría que el Gobierno nos explicara (ya está aquí el deseo tonto del día) cómo es posible llevar a cabo esta maniobra.

lunes, 6 de agosto de 2012

Siga recortando, Sr Rajoy, pero...




Sí, siga recortando, no se prive, pero...

Recorte la edad de jubilación. Lo de 67 años es impresentable.

Recorte el IVA. En estas circunstancias, a más IVA, menos consumo y, por tanto, menos empleo.

Recorte el dinero que siguen teniendo los ricos. Se nota mucho ya su protección y el cariño que les tiene.

Recorte la amnistía fiscal. Le debería dar vergüenza.

Recorte su dependencia de la Sra. Merkel. Parece que goza usted con una especie de dominación.

Recorte el número de mentiras suyas y de sus ministros. Ya lo saben hasta en el extranjero.

Recorte su opacidad. La falta de transparencia es de débiles, pero, en su caso, hace daño.

Recorte su apoyo a la Iglesia Católica. ¿Es que le tiene miedo o cree, quizás, que España sigue siendo católica?

Recorte los sueldos de la gente de su partido. La desigualdad nunca es justa.

Recorte los privilegios de los banqueros. Parece que también les tiene miedo ¿o es que les debe algo?

Recorte en su chulería. Un poco de humildad le haría sentirse más feliz. No vale usted tanto como quiere hacer ver.

Recorte la distancia que le separa de los ciudadanos. Quizás sea demasiado tarde y tenga ya que quedarse sólo con los suyos.

Recorte el número de corruptos en su partido. Apesta ya demasiado.

Recorte el número de parados. Parece que vino usted a esto, pero está consiguiendo lo contrario. Y esto ya es cosa suya.

Recorte el número de ministros. Para lo que están haciendo bien se bastaría usted solo.

Recorte usted el número y la intensidad de sus fobias. Racionalice y actualice su opinión y la de su partido sobre las diversas orientaciones sexuales, sobre el laicismo, sobre la educación de los ciudadanos, sobre la educación, en general, sobre la sanidad, sobre lo público, que no es suyo, sino de todos, sobre el diálogo, sobre la necesidad de debatir y de llegar a acuerdos entre todos, que ustedes no son los únicos, sobre el ramalazo fascista que están mostrando cada vez con más frecuencia. Usted y su secta no son más que servidores públicos. Si se han creído otra cosa, deberían irse ya por una cuestión de ética.

Recórtese también usted a sí mismo. No pretenda ser el único ser válido en la sociedad, ni el salvapatrias, ni el enviado del Altísimo. Va a pasar usted a la historia como el representante de los ricos, pero eso ya lo sabemos y no es necesario que monte usted toda esta opereta de aficionado al gobierno.

Sería muy bueno para todos un Rajoy muy muy recortado. Y lejos.