Amas a quien admiras.
Admiras a la persona en la que descubres valores que merece la pena adoptar, a quien es capaz de ver más allá de los límites de su tribu y solidarizarse con los problemas que sufren otros, a quien crea paz y no problemas, a quien se pronuncia con justicia, a quien hace gala de una formación humana capaz de crear un mundo bueno para todos, a quien no suele decir disparates, y, si los dice, rápidamente pide disculpas, a quien no se mueve por caprichos, ni por ocurrencias ni por intereses particulares, sino por argumentos racionales que cualquier persona con buena voluntad podría entender y aceptar, a quien muestra una mente limpia de odios, a quien respeta la vida de los demás y procura que sea una vida buena, a quien no actúa para ser admirado, sino porque cree racional y emocionalmente que debe actuar así.
Votas a quien admiras.