No existe la verdad absoluta. No existe la verdad. Por tanto, yo no puedo tenerla. Ni tú. Debemos vivir con certidumbres más o menos fuertes, más o menos fundadas, pero nunca con la verdad. La duda debe ser la eterna acompañante de todas nuestras convicciones y de todas nuestras opiniones. Es absurdo creerse en posesión de la verdad. Lo que hay que hacer es informarse cada día más y tener más conocimiento. Siempre buscando. Buenos días.