Los auriculares y los altavoces, aparte
de aislarnos del mundo, nos permiten oír cada vez peor. 
Los humos y
la contaminación aérea nos facilitan que olamos poco y mal. 
Casi no
nos tocamos. 
La comida rápida favorece que a muchos les gusten las
hamburguesas o las hamburguesas. 
La constante lectura atenta del
móvil hace que no veamos por donde vamos. 
Esto progresa
adecuadamente hacia la nada. 
Buenas noches.
