Ayer murió Mario Benedetti. Cuando estaba en el recreo, quise poner en el blog del Instituto algún poema que sirviera de homenaje, de recordatorio, o que quizás lo diera a conocer entre los alumnos. Se me ocurrió acudir a Youtube y poner algún vídeo, porque me pareció que sería una buena manera de presentar el post a los alumnos. Pero no pudo ser. Los ordenadores que la Comunidad de Madrid ha dado a los Institutos tienen, buena parte de ellos, unos filtros que hacen imposible un uso normal de los mismos. Por ejemplo, no permiten acceder a Youtube, aunque sí al Vaticano o a las páginas del Opus. Y si se coloca desde casa algún vídeo, en el ordenador del Instituto aparece un recuadro en blanco y el vídeo no se ve.
En todas las clases que tenga esta semana voy a contar esto que ocurre en esta Comunidad. Es justo que lo sepan los alumnos y los profesores, que algunos no lo saben. Hace no mucho tiempo, no pude encontrar en Google una páginas sobre lesbianismo porque lo denegaba interpretando que lo que se buscaba era pornografía. Ahora con Youtube te sale "Acceso denegado". Esta es la mierda de educación que pretenden dar.
A pesar de todo, hay que defender la alegría.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
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martes, 19 de mayo de 2009
lunes, 1 de septiembre de 2008
¿Qué quieres decir cuando dices "te quiero"?
Hubo una época no muy lejana, o quizá un lugar o unos lugares, en los que decirle a alguien “te quiero” significaba formalizar –hacer formal— una relación que ya no era meramente de amistad, sino que se convertía, por obra y gracia de las palabras mágicas pronunciadas, en un noviazgo. Porque “te quiero” no se le decía a cualquiera. Era como si albergara en su interior una carga sagrada, un tinte indeleble que, si lo aceptaba, cubría y transformaba sin remedio a aquél o a aquélla que se convertía en receptor o receptora del mensaje, sumamente deseado, por otra parte.
En esa época o en esos lugares, los padres no les decían a sus hijos que los querían. Lógicamente, los hijos tampoco comunicaban a sus padres tales cariños. Ni las abuelas ni nadie de la familia andaban con tales carantoñas. Era cosa sólo de noviazgos y de parejas; bueno, más bien, de matrimonios y, en todo caso, eran mensajes que se emitían en la intimidad.
Yo que, aunque soy tímido, tiendo mucho a expresar mis actitudes hacia los que me rodean, acepté pronto y sin reservas el decirle a mis amigos y amigas que los quería. Incluso, a veces, en clase se lo he dicho a los alumnos y he gozado con la cara que han puesto al oír semejante declaración.
Si saco esto a debate es porque tengo la impresión de que hoy el “te quiero” se ha trivializado un tanto y se expresa con mucha naturalidad y con mucha frecuencia. De lo que no estoy tan seguro es de si sabemos lo que decimos cuando decimos “te quiero”. Si Pepita es mi amiga y yo le digo que la quiero, ¿qué es lo que le estoy diciendo?, ¿qué es lo que debe entender ella cuando oye esas palabras? Y cuando se lo digo a mi novia o a mi novio o a mi padre o a mi madre, ¿qué deben entender?
Me gustaría que entraras y que dieras tu opinión. Yo creo que una persona joven lo haría porque, si no aprendemos en este tema, ¿de qué vamos a aprender?
En esa época o en esos lugares, los padres no les decían a sus hijos que los querían. Lógicamente, los hijos tampoco comunicaban a sus padres tales cariños. Ni las abuelas ni nadie de la familia andaban con tales carantoñas. Era cosa sólo de noviazgos y de parejas; bueno, más bien, de matrimonios y, en todo caso, eran mensajes que se emitían en la intimidad.
Yo que, aunque soy tímido, tiendo mucho a expresar mis actitudes hacia los que me rodean, acepté pronto y sin reservas el decirle a mis amigos y amigas que los quería. Incluso, a veces, en clase se lo he dicho a los alumnos y he gozado con la cara que han puesto al oír semejante declaración.
Si saco esto a debate es porque tengo la impresión de que hoy el “te quiero” se ha trivializado un tanto y se expresa con mucha naturalidad y con mucha frecuencia. De lo que no estoy tan seguro es de si sabemos lo que decimos cuando decimos “te quiero”. Si Pepita es mi amiga y yo le digo que la quiero, ¿qué es lo que le estoy diciendo?, ¿qué es lo que debe entender ella cuando oye esas palabras? Y cuando se lo digo a mi novia o a mi novio o a mi padre o a mi madre, ¿qué deben entender?
Me gustaría que entraras y que dieras tu opinión. Yo creo que una persona joven lo haría porque, si no aprendemos en este tema, ¿de qué vamos a aprender?
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Después de leer el sugerente post de Falsirego, me apetece ilustrar un poco esta entrada con el vídeo en el que Tania Libertad canta el soberbio poema de Benedetti
Y también el poema de Luis Cernuda recitado por Carmen Feito.
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