El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
miércoles, 8 de enero de 2020
Buenos días. Autonomía e independencia
No me voy a referir al ámbito de la política.
La autonomía consiste en la capacidad que tiene y debe tener cada persona para darse a sí misma sus propias normas de actuación y para desarrollar su proyecto de vida.
La independencia consiste en no tener relaciones necesarias e ineludibles con nada ni con nadie.
Son conceptos, por tanto, muy distintos.
El amor, especialmente el de pareja, pero no exclusivamente, debe potenciar la autonomía de la persona amada, esto es, debe ayudar a que la otra persona lleve a término su propio proyecto vital. Esta actitud es indispensable.
En la relación de pareja se da una cierta pérdida de independencia, sobre todo, en el plano afectivo, aunque puede que también en otros. Creo que esta situación de dependencia se debe intentar eliminar en caso de ruptura de esa relación, para que las personas implicadas puedan recobrar su normalidad social.
Buenos días.
lunes, 4 de noviembre de 2019
sábado, 24 de marzo de 2018
martes, 18 de marzo de 2014
Buenas noches. Libertad e independencia.
"Lo supe siempre. No hay nadie que aguante la libertad ajena; a nadie le gusta vivir con una persona libre. Si eres libre, ése es el precio que tienes que pagar: la soledad.”
viernes, 3 de octubre de 2008
¿Qué quieres decir cuando dices "te quiero"? / 6
El amor y el crecimiento como persona, el desarrollo humano, creo que van unidos. El hecho de amar hace reales en mí y en el mundo los valores más nobles. Y ese mismo amor hace que la otra persona se desarrolle y avance en su proyecto vital. Considero que es uno de los criterios para ver si una relación amorosa va por buen camino o no. El otro criterio es el de la alegría. El amor genera alegría en las personas que se quieren. La tristeza vital suele ser síntoma de la ausencia de amor. ¿no?
lunes, 18 de agosto de 2008
París no se acaba nunca. 2
“O bien arriesgarse, encontrar o dar forma a las raíces de uno, arrancar al espacio el lugar que será el nuestro, construir, plantar, apropiarse milímetro a milímetro de la propia casa; pertenecer por en tero a nuestro pueblo, saber que uno es de la región de Cevennes o de Poitou.
O bien no llevar más que lo puesto, no guardar nada, vivir en un hotel y cambiar a menudo de hotel y de ciudad y de país, hablar, leer indiferentemente cuatro o cinco lenguas; no sentirse en casa en ninguna parte, pero sentirse bien casi en todos los sitios.”
La alternativa la resume el propio Vila-Matas de la siguiente manera:
“En definitiva, ir con los nietos a recoger moras por los angostos caminos nacionalistas o viajar y perder países, perderlos todos viajando en los trenes iluminados del mundo nocturno, ser extranjero siempre.”
Ser extranjero siempre y en todas partes. A veces, hasta en tu propia casa. Este es el precio de la independencia cuando no quieres venderte a ningún localismo ni a ningún provincialismo ni a ningún nacionalismo. Cuando no quieres venderte a nadie, sino regalarte a quien te dé la gana. Es la soledad creativa del eterno extranjero.
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